El combinado alicantino continúa empeñado, pese a sus últimas derrotas, en mantenerse peleando codo con codo por la zona alta de la tabla, algo que quedó demostrado en su visita a Vila-real, en donde Jaime Valero (en la foto) volvió a brillar con luz propia.
Tan sólo resta un partido para cerrar el telón del año 2015 y las sensaciones dejadas por el Kelme en lo que llevamos de temporada son más que positivas. Y es que el Infantil A de la entidad ilicitana ha pasado de ser el equipo revelación a confirmarse como uno de los conjuntos más a tener en cuenta en lo que queda de campaña después de demostrar que son capaces de competir contra cualquier rival, incluyendo a los favoritos al título liguero.
Quintos en la clasificación con 26 puntos al computar en estas trece jornadas un balance de ocho triunfos, dos empates y tres derrotas, los pupilos de Miguel Aracil -escudado en el banquillo por Miguel Ángel Gosalbez y Antonio Jesús García– fueron todo un huracán en el inicio de temporada y consiguieron mantener el liderato en solitario nada menos que siete jornadas mostrándose un equipo muy sólido en ambas zonas del campo. Sin embargo, a partir de la veintena de noviembre la dinámica positiva se rompió con la llegada de la primera derrota del curso, siendo además más dolorosa de lo normal debido al rival que le hizo hincar la rodilla: el Elche en el derbi ilicitano (1-2).
Esta derrota fue un duro golpe del que les costó levantarse a los alicantinos, ya que cerraron el mes de la peor forma posible al caer a domicilio contra el Hércules por un abultado resultado de cuatro goles a cero, poniendo así en evidencia su solidez defensiva. Sin embargo, el Kelme no bajó los brazos y continuó trabajando a destajo con la misión de no perder el tren de la zona alta que tanto esfuerzo le había costado hasta ahora permanecer, por lo que resurgieron de sus cenizas en la siguiente jornada para derrotar con solvencia en casa al Torre Levante por tres a uno, resultado que les hacía llegar al duelo del pasado sábado con posibilidades de abordar la segunda plaza y con el medidor de motivación desbordado por arriba, sobre todo el de su artillero Jaime Valero, autor frente al cuadro de Orriols de un ‘hat-trick’.
No obstante, el choque contra el Submarino Amarillo terminó con sabor agridulce, pues el combinado ilicitano cayó derrotado por tres a dos pero estuvo a punto de realizar la hazaña del fin de semana, ya que se repusieron a ir perdiendo por tres a cero para, con un doblete de Jaime Valero -que ya suma diez dianas en su haber-, meterse de lleno en el partido y tener contra las cuerdas a un Villarreal que acabó pidiendo la hora, algo que dice mucho del hambre de un Kelme que quiere terminar 2015 con sonrisa. Para ello deberán continuar con el mono de trabajo puesto y con la mente fijada únicamente en dar lo mejor de sí para dar un golpe sobre la mesa doblegando al actual líder de la categoría, un Levante que no sabe lo que es perder y que acumula siete victorias consecutivas, estadísticas que le han llevado a la primera plaza con 33 puntos, es decir, siete más que un Kelme que todavía podría seguir soñando.
