Consolidados como pareja de centrales en el Villarreal, Genís y Maxi vivirán el sábado un partido muy especial. No solo por tratarse de la final de la Copa de Campeones, sino también por enfrentarse al club que les vio crecer como futbolistas, el RCD Espanyol.
Siete temporadas vistió Genís Montolio (Barcelona, 23-07-1996) y cinco Maxi Rosales (Mar de Plata, Argentina, 01-04-1996), la camiseta del RCD Espanyol, el rival del Villarreal en la gran final de la Copa de Campeones de este sábado. Los inicios del futbolista catalán fueron en los prebenjamines del FC Barcelona, aunque después cambió de acera y jugó los siguientes siete años en el Espanyol (desde Benjamin B hasta Cadete B). Posteriormente recaló en el Cornellà otros dos años, para firmar en juvenil de segundo año por el Villarreal. El argentino dio sus primeros pasos en el fútbol español en el Figueres, un año después se enfundaba la elástica blanquiazul, desde Infantil B hasta Juvenil de primer año, jugando su segundo de la categoría en el Nàstic, como paso previo a su fichaje por el club amarillo este curso.
Durante todo ese tiempo en la fábrica perica, Genís y Maxi jugaron juntos tres años. “Coincidimos Infantil B, Infantil A y Cadete B, pero ya nos conocíamos de un año antes, Alevín A, donde coincidimos en la Selección Catalana” recuerdan ambos. Por entonces cada uno ocupaba una posición distinta. El primer año Maxi jugaba de central y Genís de mediocentro. La siguiente temporada el míster consideró que jugaran ambos en el centro del campo. Y ya la siguiente, nuevamente, cada uno en sus respectivas posiciones.
Ese simple hecho ha contribuido a que la adaptación de Maxi este año en el Villarreal haya sido muy rápida. “A mí, particularmente, Genís me ayudó a integrarme más rápido en el club y con los compañeros, ya que a él ya lo conocía de otros años. Y eso también nos sirvió para cuando jugamos juntos compenetrarnos mejor y más rápido” nos explica el futbolista argentino, que se ha convertido en uno de los pilares defensivos del equipo junto a Genís. “Conozco a Maxi desde hace mucho tiempo, cuando me dieron la noticia de que venía, tenía claro que iba a encajar perfectamente en el equipo y así ha sido. Tenemos una relación buenísima y eso se ve reflejado en el campo” nos confiesa Genís, que el sábado volverá a formar pareja en el eje defensivo con Maxi, tras superar los problemas musculares que le impidieron disputar la semifinal ante el Rayo Vallecano.
Una final que ambos califican de especial porque “en parte jugamos contra compañeros con los que hemos vivido muchos años, como son, por ejemplo, Marc Roca, Lluís López, Toro y algunos más”. Un último encuentro en esta Copa de Campeones que aseguran era solo eso, una ilusión. “Nosotros nunca hemos mirado más allá del partido que nos tocaba. Pero si es verdad que siempre hemos tenido en mente el poder jugar la final de la Copa”.
Ambos coinciden en que en un partido de tal magnitud no existen favoritos y que su objetivo será salir a por el triunfo. “En este tipo de torneos con tanta calidad en los equipos, no suele haber favoritos. Pero si es verdad que el Espanyol tiene un gran bloque y así lo ha demostrado al largo de la temporada. Será una gran final porque no nos conformamos con haber llegado hasta aquí. El objetivo del Villarreal es ganar todos los partidos que disputamos”.
El Espanyol ha destacado este año al ser el equipo menos goleado de todos los que juegan en División de Honor, con tan solo 10 goles recibidos. Este detalle no alarma a los amarillos y tanto Genís como Maxi creen en poder ganar a los pericos. “Confiando en nuestro estilo de juego y compitiendo al cien por cien. Haciendo eso podemos ganar a cualquier equipo”. Una final que “el primero que baje los brazos perderá. Será un partido de mucha intensidad y mucho ritmo. Este tipo de partidos se determinan por pequeños detalles” señalan para finalizar los dos zagueros.
