Nadie dijo que fuese fácil, pero un año después las caras en Málaga vuelven a ser de alegría. El equipo costasoleño ha vuelto al fútbol profesional tan solo una temporada después de su amargo descenso a Primera Federación. Lejos queda ya aquel aciago 21 de mayo, cuando tras la derrota por 2-1 en Mendizorrotza ante el Alavés los chicos de Sergio Pellicer decían adiós al fútbol profesional 25 años después.
Pocas cosas parecían iguales 400 días después cuando el milagro de Tarragona ocurrió escenificado en el gol de Antoñito Cordero y en una celebración que quedará para siempre en la memoria de los malaguistas. Durante la temporada, el Málaga siempre ha estado metido en los puestos de playoff, aunque muy lejos de un ascenso directo que el Castellón dejó muy atado.
EL MÁLAGA CERTIFICÓ SU VUELTA A LA CATEGORÍA DE PLATA 400 DÍAS DESPUÉS DE SU DESCENSO
En los más de 12 meses de travesía por el barro, quien nunca falló ni dio la espalda a los suyos fue la afición. Cada dos fines de semana, La Rosaleda presentaba un aspecto excepcional. A nadie le gusta un descenso ni una mala gestión, pero gran parte de la rápida vuelta la tienen unos aficionados que cuando su equipo más les necesitaba estuvieron al pie del cañón. En las buenas y en las no tan buenas.
Tras un final de fase regular algo preocupante, el vestuario supo levantarse para afrontar el playoff de la mejor manera. Celta Fortuna y Nástic, en un partido para el recuerdo, fueron las víctimas para volver a la Segunda División. El Málaga de Sergio Pellicer ha hecho lo más difícil y ahora, de nuevo en el fútbol profesional, buscarán que los errores de años atrás sean tan solo una anécdota que contar.
