El CD Teruel es el primer equipo aragonés que asciende a Segunda RFEF en toda la historia y deja atrás la categoría en la que se encuentra el CD Brea. Un hecho poco relevante en el largo legado que ha dejado el fútbol en Aragón. Sin embargo, es extremadamente importante por el aquí y el ahora. Cuando comienza un proyecto, los objetivos suelen distar de la realidad a la que se puede llegar y cumplirlos es algo prácticamente inalcanzable. Pero en tan solo un año, el CD Teruel ha conseguido llegar a donde quería.
La Segunda RFEF es una nueva categoría que se ha sacado de la manga la Federación Española de Fútbol para poder crear una división intermedia más profesionalizada entre Segunda B y Segunda, la Segunda B PRO (o Primera RFEF). Algo así como un comodín con los suficientes recursos para aquellos equipos grandes en malos momentos. Pero que se ha convertido en la oportunidad para muchos humildes para dar un salto profesional y futbolístico.
Objetivo supervivencia
Para hacer esta Segunda B Pro hacía falta reestructurar la Segunda B, haciendo otra categoría intermedia entre Primera RFEF y Tercera División. Esta es la Segunda RFEF, que será lo más parecido a la extinta Segunda B. Algo lioso, pero clave para entender los nuevos objetivos del CD Teruel. Los turolenses han conseguido antes de que finalice la temporada un billete para la que es ahora la cuarta categoría del fútbol español.
Y como no puede ser de otra manera, el objetivo principal de los rojillos es llegar a ser un equipo asiduo y regular en esta división en un medio plazo. Y de ahí crecer. Sin techo. Sin negar la aspiración al ascenso a Segunda B Pro. Desde la profesionalización del club, desde la confianza en el proyecto deportivo que llegó el verano pasado con la confianza depositada en Víctor Bravo, llegar a crecer en todos los ámbitos para conocer un Teruel puntero.