Jonathan Risueño es uno de los entrenadores de moda en la categoría de bronce del fútbol español. Y es que tras ascender al CE L’Hospitalet la pasada temporada logró llevarse la Copa Catalunya y es colíder en Liga, un arranque inmejorable.
P. ¿Como estás Jonathan?
R. Bien de salud, que es lo importante. Si nos dicen el año pasado por estas fechas todo esto no te lo crees. Era raro ver a alguien con una mascarilla y ahora… La nota positiva es ver la capacidad que tenemos los humanos para adaptarnos a todas las situaciones.
P. Hablando de capacidad humana para adaptarse, hay que hablar de cómo os habéis adaptado vosotros a la categoría…
R. Si, la verdad es que sí, además de los resultados mandamos en el juego en todos los partidos y no esperábamos eso. El año pasado ya lo hacíamos. Hemos seguido el mismo bloque, en el 11 inicial casi siempre hay 8 o 9 que siguen del año pasado, y de esos 7 están debutando en la categoría. El año pasado ya lo hacíamos en una categoría que para mí es más complicado aún intentar jugar porque los campos son peores y la gente decía, pueden hacerlo porque son muy buenos pero en 2ªB no lo podrán hacer, y la verdad que teníamos esas dudas, y estamos demostrando que lo podemos hacer igual en una categoría en la que todo el mundo piensa que no se puede jugar. Queremos romper ese discurso con jugadores jóvenes y que debutaban esta categoría.
P. Es que a priori, en las quinielas aparecíais como uno de los equipo candidatos al descenso.
R.Todo el mundo decía, Prat y Hospitalet van a bajar seguro. A eso se le suma que no es la típica liga de 20 equipos. Y tu ves los once del grupo y en una liga normal muchos luchan por subir, y los que no luchan por subir siempre suelen quedar entre los diez primeros y la verdad que lo veías antes de empezar y por supuesto que éramos claros candidatos a descender, pero nos está dando para romper ese mito de que en Segunda B no se puede jugar. Porque hemos perdido partidos que realmente hemos podido ganar, porque hemos dominado siempre y eso es muy importante. Los jugadores tienen la confianza de que pueden ganar a cualquier rival, porque además están siendo dominadores de los partidos y nos ha dado mucha confianza.
«Además de entrenar le damos mucha importancia al apartado mental»
P. De eso te quería preguntar, de la confianza. Perdéis contra el Nàstic 5-0 y para cualquier equipo recién ascendido puede ser un golpe duro, sin embargo, a vosotros parece que no os afecte nada.
R. Trabajamos mucho el apartado mental. Además de entrenamiento, automatismos y demás el apartado mental es muy importante. Tenemos un perfil de jugadores que han sufrido mucho en sus carreras, porque aquí no hay recursos económicos y tenemos que hacer el equipo con un presupuesto tan bajo, el perfil de jugador que viene siempre es un jugador que seguramente vienen de estar parados por lesión, o llega cedido de un filial… es importante que entiendan que si no se han rendido en la adversidad cuando han tenido algún problema y ahora tienen que volver a demostrar quienes son, no se pueden rendir por un partido perdido o por un 5-0 después de todo lo que han luchado a lo largo de su trayectoria.

P. Viendo el partido ante el Nàstic me dio la sensación de que eres un entrenador que aunque vayas 2-0 en contra prefieres ir a por el partido aunque conozcas el riesgo que eso supone, es así?
R. No, pero este año creo que los empates valen muy poco. En una liga de 38 jornadas en segunda B cada punto cuenta. Pero en una liga tan corta creo que el riesgo que asumes cuando vas perdiendo poder ganar es más importante que no quedarte con un empate. Yo creo que un equipo que empate mucho este año sufrirá, y nosotros tenemos muy claro que este año no queremos especular con los empates.
«el que coja mala dinámica las últimas jornadas puede sufrir mucho»
P.Claro, el formato es mucho más reducido. Ahora queda toda la segunda vuelta, pero solo son diez partidos. Una mala dinámica te deja fuera, ¿no?
R. Hay tanta igualdad en este grupo, que el que coja mala dinámica en las últimas cuatro o cinco jornadas va a sufrir. Porque el que pueda hacer playoff de ascenso y playout de descenso igual lo van a separar seis o siete puntos. Tu puedes hacer una primera vuelta muy buena, en nuestro caso, siendo el equipo que más ha ganado y jugando muy bien pero ahora inicias la competición, no ganas las dos primeras jornadas y estas en zona de descenso.
P. ¿Entran muchos otros factores aquí?
R. Sí, al haber tanta igualdad influye mucho más el factor suerte que en una competición más larga. Que un balón al palo te entre o no, un penalti pitado o no pitado. Va a haber mucho factor incontrolable.
«Me gustan los objetivos a corto plazo, dos o tres jornadas como mucho»
P. ¿Qué objetivos os marcáis?
R. La idea es intentar salir cada partido a ganarlo y olvidarnos del partido anterior. Lo estamos llevando a cabo y la mentalidad con la que salimos a jugar después de aquel 5-0 es un claro ejemplo. A mi me gustan los objetivos, pero nos los marcamos a corto plazo, solemos marcar objetivos a dos o tres jornadas.
R. Antes de entrenar al Hospitalet estuviste en el Callosa, ¿qué recuerdos te quedan de esa etapa?
R.Tengo los mejores de mi experiencia como entrenador. Son recuerdos muy bonitos porque cuando llegué al Callosa como entrenador era la primera semana de la segunda vuelta y el equipo solo tenía tres puntos y llevaba doce partidos seguidos perdiendo, solo llevaba tres empates…
P. Llegaste en una situación muy delicada.
R.Si, un vestuario muy desilusionado y una directiva que solo querían competir porque habían asumido que el descenso se iba a producir. Estábamos a doce puntos de la salvación y la verdad que fue muy bonito porque fuimos el mejor equipo de la segunda vuelta, hicimos 33 puntos y nos salvamos una jornada antes de acabar el campeonato.
P. Menuda sensación…
Si, la sensación de esa salvación es equiparable al ascenso con el Hospitalet o a ganar un título. Siempre lo cuento, quizá aún más bonito por cómo recuperamos a los jugadores, por como todo el pueblo fue creyendo, porque es un pueblo muy futbolero donde a pesar de ser regional preferente metían a unas 1500 personas al campo cada domingo y la verdad que la experiencia fue increíble y aún hablo con gente de allí a la que quiero mucho. Disfruté y aprendí muchísimo.