El Hércules no levanta cabeza, ni siquiera con la llegada del tercer entrenador de la temporada, y volvió a cosechar una nueva derrota ante el Badalona. El enésimo tropiezo blanquiazul provoca un cisma en el estadio Rico Pérez con cientos de aficionados alicantinos esperando la salida de jugadores y dirigentes. Foto: J. Soler.

El estreno de Vicente Mir como nuevo técnico del Hércules tras suplir esta semana a Jesús Muñoz tampoco cambió la dinámica de un equipo que ve cada vez más cerca el fantasma del descenso a Tercera División.

Ni siquiera un prometedor inicio de partido por parte herculana, con un gol de Moha a pase de Borja hizo que el Hércules recobrase el pulso. Apenas tres minutos después del tanto alicantino, Abel empató para un Badalona que fue de menos a más en el encuentro. Con 1-1 se llegó al descanso.

Al poco de iniciarse el segundo tiempo, el Badalona logró ponerse por delante con un gol de Chema Moreno en el minuto 54. A partir de ahí, el Hércules fue incapaz de generar alguna ocasión de peligro y la grada señaló al palco en sus protestas. El 1-2 resultó inamovible por lo que consumó una nueva derrota que sitúa al conjunto herculano al borde del abismo.

En este escenario, el partido tuvo continuación más allá del minuto 90. Tras el pitido final, cerca de medio millar de aficionados se congregaron junto a la puerta principal del estadio Rico Pérez, por donde salen jugadores, técnicos y dirigentes.

Una pancarta con la leyenda «Respetad el escudo» y cánticos dirigidos especialmente a los dueños de la SAD, el ambiente de tensión se prolongó hasta pasadas las diez de la noche. El canterano Víctor Olmedo, como puede verse en la imagen, fue el único representante del Hércules que se detuvo ante los aficionados para recibir las quejas y preocupación de una afición en rebelión.