El Ontinyent 1931 ha encontrado en Andreu Vivó mucho más que un portero joven con proyección. Ha encontrado seguridad, serenidad y un liderazgo silencioso que explica por qué el equipo es hoy una de las defensas más fiables del Grupo 6. El triunfo por 0–1 en el Mini Estadi ante el Villarreal C volvió a subrayarlo: cuando el partido pedía templanza, Vivó apareció para firmar una parada decisiva en el tramo final y sostener una victoria de enorme valor.
Andreu llegó al club en verano
El guardameta de Sueca, de solo 20 años, llegó el pasado 21 de junio procedente del Elche y del Águilas. En el club ya destacaban su dominio del juego aéreo, su valentía para jugar con los pies y un carácter competitivo que lo acompañó desde su formación en las canteras de Valencia y Levante. Cinco meses después, esas cualidades ya son parte esencial del ADN defensivo de un Ontinyent que solo ha encajado diez goles en doce jornadas, cifras que lo sitúan entre los equipos menos goleados del campeonato.
Tras la victoria en Villarreal, Vivó explicó con naturalidad lo que significa este momento para él y para el grupo: “Es una victoria como otra, pero en un campo muy difícil. Son tres puntos vitales. Hemos hecho un trabajo descomunal desde el minuto cinco. Hemos estado juntos, hemos crecido ayudándonos unos a otros y hemos ganado como una familia”.
«El equipo me ayuda»
El joven portero restó importancia a su intervención decisiva en los minutos finales, una parada que vale oro: “La parada es buena, sí, pero porque el equipo me ayuda. Me han tapado opciones, yo solo he tenido que defender media portería”. Un mensaje que encaja a la perfección con la lectura de Roberto Bas, que en las últimas semanas ha insistido en la madurez y la cohesión del vestuario.
Vivó se ha asentado con naturalidad en un entorno donde la exigencia no se negocia. De hecho, el Ontinyent 1931 acumula ocho jornadas consecutivas sin perder, sosteniéndose en una estructura defensiva que hoy por hoy es de las más fiables del grupo. “Estamos en muy buena dinámica, pero no nos podemos relajar. Esta victoria nos da energía, pero el lunes ya toca trabajar. Es una semana de descanso competitivo, pero vamos a seguir pensando en el Saguntino y en continuar con la racha”, añadió.
El Ontinyent, que ya se proyectó como un equipo sólido en su empate ante La Nucía y ahora suma un triunfo de prestigio fuera de casa, afrontará tras el parón una visita mayúscula: el Atlético Saguntino en el Nou Camp de Morvedre. Vivó lo sabe, lo respira y lo encara con la calma típica de los porteros destinados a crecer: “A seguir, a trabajar y a no bajar el nivel”. El Ontinyent tiene presente, tiene identidad… y tiene portero.
