El Valencia CF vive una situación delicadísima en lo social que se ha visto agravada por los malísimos resultados del equipo en este inicio liguero y con la racha de tres derrotas seguidas que acumula la plantilla que entrena Javi Gracia en las últimas tres jornadas. El técnico no ha conseguido ganar ningún partido tras el cierre del mercado de fichajes y pedirle oficialmente al club, en una reunión con el presidente, Anil Murthy, que le liberaran del contrato que les une hasta junio de 2022.
Gracia aseguró en su comunicado para anunciar que se quedaba en el club, porque si se iba tenía que pagar 3 millones de euros de penalización, que la plantilla que tenía había sido debilitada y que por tanto los retos que le habían planteado antes de fichar se veían afectados. Es decir, Gracia vino a decir públicamente que la plantilla que entrenaba no estaba a la altura de lo que merece la historia del club ni le alcanzaba para competir por lo que debería competir el Valencia CF cada temporada.
Desde ese momento, el vestuario se revolvió con el entrenador ya que no entendieron sus declaraciones públicas al entenderlas como una falta de confianza hacia ellos. Han habido charlas tras aquello entre el entrenador y la plantilla y también con los capitanes, pero la realidad es que a la hora de la verdad el equipo no está siendo competitivo ni parece asumir la idea de juego que pretende implantar el técnico navarro.
Gracia tiene bajas importantes, un equipo decaído, una relación casi nula con Meriton y está obligado a ganar al Getafe
A los muchos problemas que ya tiene, con la propiedad que lo tiene marcado desde que el 11 de septiembre se despachara a gusto en una rueda de prensa asegurando que le habían mentido y que no esperaba fichajes, ahora se le suman las bajas de futbolistas claves. El entrenador insistió por activa y pasiva que era necesario reforzar el mediocentro defensivo porque sólo contaba con Kondogbia en esa posición, y ahora el centroafricano lleva 18 días sin entrenar con sus compañeros porque está forzando su salida al Atlético de Madrid. La operación Capoue estuvo en bandeja hasta el último día de mercado y podría haber llegado cedido por 1,5 millones de euros pero Meriton se negó. La presencia del ex de Inter o Sevilla es vital para el equipo el próximo domingo pero de momento es más que dudosa.
La otra posición en la que el técnico insistió hasta el último segundo fue la del central. Gracia quería un central titular para acompañar a Paulista porque Diakhaby, Guillamón y Mangala no le ofrecián garantías y no se hubiera negado a la salida de ninguno. Sin embargo, no hubo fichajes y ahora se ha lesionado el que más había jugado hasta la fecha, Diahkaby. El francés se lesionó en Elche y estará varias semanas alejado de los terrenos de juego. Es decir, Gracia pierde al único que ahora mismo le estaba dando confianza en la zaga junto a Paulista, porque el rendimiento de Diakhaby había mejorado en la últimas semanas, y ante los madrileños se verá obligado a colocar en la defensa a un central en el que no confía, porque es lo que le ocurre con Guillamón y principalmente con Mangala.
Para el partido ante el Getafe, que será una verdadera final para el club, para el equipo y por supuesto para el técnico, que ahora mismo mantiene una relación casi nula con los empleados de Meriton y nunca ha hablado con el máximo accionista. A Gracia se le han ido acumulando los problemas desde que llegó al Valencia CF y ahora encara una semana vital con bajas importantísimas y con la sombra de su futuro sobre su figura. Aunque resulta paradójico porque hace apenas tres semanas el entrenador se quiso marchar y ahora según fuentes cercanas al presidente, Anil Murthy, este asegura que si se siguen repitiendo los malos resultados, habrá que cambiar al entrenador.
