El Valencia CF ha llegado a final de este 2020 tras disputarse 13 jornadas y con todavía tres por disputarse en los próximos quince días en una situación de riesgo real en la tabla. Los 14 puntos sumados por los valencianistas, el calendario que se avecina en las próximas jornadas y el hecho de que hasta cinco equipos de los que tiene por detrás el Valencia CF en la tabla, siendo los de Mestalla decimosegundos, hayan jugado menos partidos provoca una situación de urgencia por puntuar en las próximas jornadas para no caerse a puestos de descenso, que ahora están a tres puntos de los valencianistas.
Los resultados son malos y eso no es discutible. El equipo únicamente ha conseguido 3 victorias en treces partidos y en las últimas nueves jornadas solo ha sido capaz de sumar una victoria dando sensación de impotencia en los últimos partidos en los que el equipo pese a que siempre lo intenta, parece no alcanzarle para ganar partidos.
El máximo accionista decidió el pasado verano arriesgar al máximo vendiendo a todo aquel jugador por el que llegó una oferta a las oficinas y además por no contratar a un solo futbolista de entre las muchísimas operaciones que aparecieron. El equipo tenía carencias como durante todo el mercado avisó el entrenador Javi Gracia, pero el club hizo caso omiso escudándose en el COVID-19 y la casi segura suspensión de la competición.
El club transmite calma pero la situación provoca miedo y despedir a Gracia supondría otro roto para una economía ahogada. Los ofrecimientos no cesan y Tiago está atento
Gracia sabía que durante el tiempo de mercado podía apretar y así lo hizo, incluso públicamente, para que hubiera refuerzos, pero en el momento que se cerrara el tiempo de operaciones las miradas se centrarían únicamente en él y los jugadores. Y así está siendo. Pese a que a Gracia le negaron fichajes tan necesarios como un central, un mediocentro organizador y uno defensivo, ahora se le exige que el equipo esté más arriba y que sea más solvente, algo que el navarro no está consiguiendo.
Ante uno de los peores arranques de temporada de los últimos 30 años, el club ha reforzado de manera privada al técnico en las últimas horas tras empatar en casa ante el Athletic Club. El club no ha dicho nada públicamente, prácticamente nunca lo hace, pero en privado el presidente de Meriton en la entidad, Anil Kumar Murthy, ha reconocido en las últimas horas que no han pensado en destituir al entrenador navarro pese a que el debate si existe entre los aficionados valencianistas. El presidente traslada tranquilidad y pide calma para ver la evolución del equipo en las próximas semanas.
El equipo da síntomas de mejora muy leves desde que arrancó la temporada y pese a que no pierde muchos partidos, si es cierto que se le hace un mundo ganarlos. Las próximas tres jornadas antes de cerrar el 2020 van a ser claves para ver en que posición termina el año el Valencia CF de Gracia y a partir de ese momento el club valorará los riesgos. El problema que tiene la propiedad es que entre el despido de Marcelino y el de Celades en apenas un año ha pagado casi 10 millones de euros en finiquitos a técnicos y que la económica es tan asfixiante que ahora mismo despedir a Gracia, cuando el técnico ofreció rescindir el contrato en octubre, supondría otro finiquito que superaría los tres millones de euros.
Mientras desde el club se pide calma para ver la evolución del equipo, el fútbol no se detienen y son muchos los ofrecimientos que han llegado a las oficinas de Mestalla en las últimas semanas. Nombres como Abelardo o Calleja han sido ofrecidos para sentarse en el banquillo valencianista. Sin embargo, no hay que olvidarse que el pasado verano el elegido para el puesto era el portugués Tiago Mendes. Técnico que la pasada semana reconoció en Radio Marca que habló con los de Mestalla pero que al final no se pudo concretar y que ahora había que dejar tranquilo a Gracia. La realidad es que el luso vive pendiente del Valencia CF porque sabe que el futuro puede sentarlo en el banquillo valencianista.
