Pasión por su trabajo, y pasión por la figura del portero. Esto es lo que transmite en cada palabra Agustín Jarque Pérez, entrenador de porteros de 38 años de Paterna (Valencia) que trabaja para el Urartu FC de la Primera División de Armenia. Con él contactamos para conocer más su historia, y descubrimos lo difícil que es hacerse un hueco para trabajar en el fútbol de élite, pero que si tu sueño es llegar ahí, con mucho esfuerzo e innumerables sacrificios se puede.
Agustín fue portero en el Don Bosco, Crack´s y en el Bétera donde colgó los guantes. Pero su pasión por este deporte continuó. Un entrenador de porteros del CD Serranos le propuso ayudarle y así comenzó. Luego se pidió una beca Séneca para ir a la Universidad de Tenerife, donde conoció la Escuela Insular de Porteros, que le asombró por los desarrollados métodos que utilizaban para formar a los entrenadores de porteros de todos los clubes de la isla. En Tenerife se sacó el titulo UEFA B de entrenador, formaba a niños de una escuela. Entonces él consiguió una plaza en el curso de Formación de la Real Federación Española de Fútbol, algo que era muy difícil de lograr ya que durante 6 años no se había celebrado.
P. Así nos lo cuenta Agustín:
R. Primero hay que decir que todo comienza con José Sambade, quien formó durante 10 años a todos los entrenadores de porteros de España. Cuando yo comencé a formarme sucedió que la RFEF justo en ese momento sacó el curso de Especialista en Entrenamiento del Portero, después de años sin hacerlo. Entonces había 50 plazas anuales, pero ese año venía un acumulado de ese tiempo sin salir esas plazas, y yo junto con otro chico fuimos los únicos que no procedíamos de equipos de Primera o Segunda División que conseguimos entrar. Y tuve la suerte de hacer el curso de formación con Gorka Iraizoz, con Esteban (R.Oviedo) y Roberto (CD Lugo)… Imagínate el privilegio de hablar de fútbol con gente que en ese momento la mayoría estaban en activo jugando con sus equipos, y gente muy humilde, que compartía sus conocimientos con otros como yo. Ellos tras las ponencias de los entrenadores de porteros en nuestro curso, estos guardametas que te he comentado nos explicaban como lo habían aplicado ellos en sus partidos, e intercambiabas ese conocimiento y te ayudaban a entender como lo vive el portero con el que trabajas. Para mí fue una experiencia muy nutritiva.
“David Campaña pasa de entrenar en la Primera División de Lituania a la de Armenia, necesita formar un cuerpo técnico y me surgió la oportunidad”
P. ¿Y cómo conseguiste esa plaza y empezar a dirigir en Tercera en el CD Marino?
R. Coincidí con el primer entrenador de porteros del CD Marino en un Congreso de Entrenadores de Porteros en Madrid, Ricardo Mayato. Y él vio en mí que era un chico que tenías muchas ganas de aprender y trabajaba con niños, y me ofreció el encargarme de los porteros de la cantera del club. Entonces él me dijo: “Yo no seré tu jefe, serás mi compañero”. Y gracias a poder empezar a trabajar en el CD Marino consigo una plaza en el curso de la RFEF, y el Presidente del Marino llamó a la Federación Canaria y está a Madrid para lograrlo.
P. ¿Cómo se dio esta gran oportunidad en una Primera División?
R. En ese momento mi formador decide tomarse un año sabático, y me propone coger el relevo y empecé a entrenar a los porteros del Primer Equipo. Y de ahí mediante agentes, el mundo del fútbol trabaja así, un entrenador al cual le estoy muy agradecido, jefe y amigo, David Campaña, pasa de entrenar en la Primera División de Lituania a entrenar en la Primera de Armenia. Él necesita crear un nuevo cuerpo técnico y se lleva al segundo entrenador del CD Marino, y contacta conmigo. Y tras una videoconferencia, y una afinidad inmediata tengo la oportunidad de trabajar para un club de una Primera División.
P. ¿Y cómo fue esa primera experiencia en el Lori?
R. Este era el club con el presupuesto más bajo de la liga, pero David Campaña reclutó un cuerpo técnico de entrenadores españoles muy buenos, con salarios humildes pero con muy buena formación y muchas ganas de llegar al fútbol profesional. Fuimos campeones de invierno, pero llegó el Covid y todo se paralizó. Entonces David Campaña intentó volver pero no le dejaron salir de aquí, de España, por la situación que se vivió. Él no pudo reincorporarse y el Lori FC decide cesarle. Y allí nos quedamos el analista y Segundo Entrenador y yo. Nosotros seguimos trabajando tres meses vía telemática con el cuerpo técnico, pero en el momento de la reanudación del campeonato a David lo destituyen, y entonces Curro el Segundo Entrenador y yo decidimos no continuar sin la persona que apostó por nosotros. Y finalizamos segundos, en Europa League, y siendo el presupuesto más bajo del país.
P. Y este año iniciaste una nueva etapa en el Urartu FC…
R. Los clubes de la capital vieron el trabajo que se había hecho con un presupuesto y salarios tan bajos, y vinieron a buscarnos. Y mi sueño era ser entrenador de porteros de Primera División pero también el poder dedicarme a la formación de la cantera. Y este junio contacta conmigo el mejor club del país de allí, con unas instalaciones brutales, la mejor academia, y me dice: “Te mejoramos el salario, queremos que vivas en la capital y vas a ser primer entrenador de porteros del Primer Equipo y vas a realizar la formación de los cinco entrenadores de porteros que tenemos en la Academia”. En Armenia no hay formación de entrenadores de porteros como en la RFEF. Pero ahora se va a empezar con la gestión de Ginés Meléndez, quién había trabajado para la Federación Española, y ahora lo hace para la Federación de Armenia. Por esto esa conexión que ha llevado a Joaquín Caparrós a ser el Seleccionador de este país, quien ha ascendido a la selección nacional a la segunda división de la Uefa Nations League.
P. ¿Cómo es el nivel de los porteros allí? ¿Qué destacarías de ellos en general en Armenia?
R. Para analizar lo que me comentas primero diferenciaría lo que es la preparación de los entrenadores de porteros, con el nivel de los porteros armenios. Los dos porteros de la Selección de Armenia trabajan en mi club, Arsen Beglaryan y Anatoli Ayvazov, que son los dos chicos que se lleva Joaquin Caparrós a las concentraciones de la selección. El entrenador de porteros de la Selección es Roman Berezovski, el mejor portero armenio durante los últimos 10 años y muy bien considerado en Europa, y con el cual me une una gran relación. Roman antes de cada concentración de la Selección me pide un informe de mis dos porteros, me pregunta si estos chicos están bien de forma para dar un óptimo rendimiento. Otra cosa es hablar del nivel de formación del Entrenador de Porteros armenio, ellos se encuentra en ese punto en los españoles nos encontrábamos antes de que la RFEF empezará su formación hace unos años. Pero esto va a empezar a cambiar en 2021 gracias a Ginés Meléndez y a los cursos UEFA de la Federación Armenia.
“Shahatuni era un chico que había sido descartado por medir 1,81 cm, le dijeron que no valía para ser portero. y Un cuerpo técnico español lo convertió de tercer portero a portero titular y ahora en la Selección de Caparrós”
Y sobre los porteros armenios…
R. Si hablamos de los porteros armenios convocables por la selección nacional hay una característica común que yo me encontré en mi primera experiencia allí. Esta fue que durante toda la formación de un portero, unos 15 años hasta llegar a la élite, es una formación que proviene de la Unión Soviética por los orígenes del país. La formación del portero no le enseña a correr riesgos, no fomenta esa toma de decisión, a ayudar al equipo en transición defensa-ataque, no le enseña a jugar fuera del área, eso le supone un riesgo muy grande. Y los entrenadores de porteros armenios no fomentan ese aprendizaje ensayo-error corriendo riesgos. Tu cuando empiezas a trabajar con un portero armenio, lo primero que observas es como retrasa su posición hasta el área pequeña. David Campaña quería utilizar un sistema de juego 1-3-6-1, quería tener el balón, ganar los partidos jugando bien al Fútbol. Eso implicaba que el portero debía implicarse en el inicio de juego de manera combinativa, y cuidar los espacios a la espalda de los centrales en fase defensiva. Y lo que hicimos desde el cuerpo técnico fue empezar a integrar al portero armenio en ese sistema y nos encontramos que no habían sido preparado para eso.
P. ¿Y cómo trabajasteis para integrarlos en vuestro sistema?
R. Entonces, estoy que te voy a contar ahora fue emocionalmente una experiencia que para mí ha supuesto mucho, es un logro del cuerpo técnico de David Campaña y mío personal. Tuve que trabajar el aspecto psicológico de un joven portero de 20 años: Vardan Shahatuni. Yo me encontré que me llega un tercer portero descartado de una de las mejores academias de Yereván, un portero armenio descartado por medir 1.81 cm. Él era un gato bajo los palos pero según el criterio armenio demasiado bajo para el profesionalismo. Yo hablé con David y le dije que este chico era muy inteligente, y le comenté ¿por qué no le enseñamos a jugar del punto de penalti hacia adelante?, para tener una vigilancia en los canales detrás de los centrales. Este chico que había sido descartado, que le habían dicho que nunca iba a ser profesional, que le habían dicho que no valía para el fútbol, lo convertimos de tercer portero a portero titular. Y a ser llamado en la Selección Nacional Sub-21 y ahora a ser llamado por la Selección Absoluta de Joaquín Caparrós.
P. Le descubristeis que sí que podía llegar a jugar y competir en la élite.
R. Le enseñamos a utilizar su inteligencia, que ya tenía, simplemente no le habían formado para ello. Le enseñamos a correr riegos tomando decisiones. Yo cuando empecé a trabajar con él, chapurreba el inglés, y en dos meses aprendió con clases particulares a hablar un inglés casi perfecto, y hoy en día habla español fluido. Este chico tiene un nivel de inteligencia brutal. Él aprendió a utilizar las dos piernas en distribución, lo que necesitaba el sistema del equipo, este niño antes de que llegara el cuerpo técnico ya era un porterazo, ya tenía un talento extraordinario pero no habían sabido leerlo. Nosotros no hicimos a Vardan Shahatuni, le enseñamos a evolucionar. Por esa razón mi actual club decide ofrecerme una propuesta para formar a sus porteros jóvenes. No estamos hablando de aspectos técnicos del portero, estamos hablando de psicología.
P. Y también habéis roto allí con otro prejuicio sobre los porteros.
R. El otro mito que hemos cambiado es que el año pasado no había ningún portero armenio en la liga que fuese menor de 30 años, porque en Armenia se consideraba que para ser portero titular se debía tener al menos unos 28 o 30 años. ¿Cómo se conseguía eso? Firmando mucho portero ruso, serbio, solo habían dos porteros armenios de 30 años compitiendo: Meliksatyan y Kasparov, dos chicos que llevan 10 años de profesionalismo. El mérito del cuerpo técnico de David Campaña no es solo que metió a jugar a un chico de 1,81 cm de altura, es que metió a jugar a un niño de 20 años como titular. Era algo impensable, rompímos un paradigma. La gente vio que eso puede salir bien, qué ese cuerpo técnico español, estába haciendo evolucionar a esos jugadores jóvenes.
P. Hace poco leímos en una entrevista de los compañeros de El Mundo a Joaquín Caparrós relatar lo duro que ha sido para Armenia la reciente guerra que ha sufrido, el conflicto bélico con Azerbaiyán en el Alto Karabaj. Una guerra que ha matado a miles de jóvenes armenios. ¿Cómo lo habéis vivido y cómo os ha afectado en el aspecto del fútbol?
R. Nosotros viviendo en Ereván no hemos visto matar a gente, porque la guerra ha sucedido en la frontera con Azerbaiyán, que es un territorio como pueden ser los Pirineos. La primera fase de la guerra se ha producido con misiles y drones destruyendo los puntos estratégicos de la zona de conflicto, y cuando en esa fase ya no se pudo avanzar la guerra se ha produjo hombre a hombre, mediante fusiles y machetes, en un territorio como puede ser la selva colombiana. Esta ha sido una guerra de guerrillas. En el fútbol armenio sucede una cosa, existe el Servicio Militar obligatorio, y este dura dos años, del cual solo se pueden librar los jugadores de la Selección Nacional Sub-21, con una excedencia de tres años. Como Armenia es un país pequeño todos los chicos del ejército tuvieron que ir al frente, con lo que han muerto casi 5.000 chicos entre 18 y 20 años. En este país hace un siglo hubo un genocidio del pueblo turco al pueblo armenio, es un pueblo muy maltratado por las fuerzas de oposición. Y el pueblo armenio es un pueblo guerrero, en los partidos de fútbol se nota que les gusta esa batalla, llevan esa confrontación, la pelea… El inicio de una guerra con Azerbaiyán, era la amenaza de un nuevo genocidio. Allí lo sentían así. “Desde que se inició la guerra se notó un sentimiento de tristeza y de preocupación de todos nuestros compañeros armenio… 5.000 jóvenes armenios han muerto”
P. Parecía que iba a ser un conflicto de un par de días y se ha alargado causando mucho dolor, destrozos y víctimas…
R. Desde que se inició la guerra se notó un sentimiento de tristeza y de preocupación de todos nuestros compañeros armenios porque chicos de su nacionalidad estaban muriendo en el frente. Ha sido un periodo difícil también para los extranjeros que trabajábamos codo con codo que gente que estaba muy preocupada. Esto parecía que iba a durar unos días, como en otros episodios anteriores. Pero esta vez no intervino ninguna potencia, no lo hizo Francia, no lo hizo EEUU, ni Rusia, y esta guerra se ha alargado a casi un mes, por no ser frenada a tiempo a muerto mucha gente. Mis compañeros armenios me llevaron a ver el cementerio de Ereván porque ellos querían que yo como extranjero viera la realidad, para cuando volviese a España pudiese contar la verdad de lo que había sucedido allí. Allí tenían la sensación que en Occidente no se estaba contando lo que en realidad estaba sucediendo. Ha muerto mucha gente en la guerra. El aeropuerto de Armenia está a un kilómetro de la Academia Urartu y nosotros veíamos despegar los cazas a diario.
P. Y además de la guerra como todo el planeta supongo que también habéis padecido la pandemia del coronavirus en Armenia. ¿Cómo habéis afrontado este peligro allí?
R. Allí al no ser un país rico, no hay turismo, y no hubo tanta propagación. Ahora estamos viviendo, en proporción al número de habitantes de allí, tal y como aquí se empezó pero más de 6 meses más tarde. Allí nos ha llegado el Covid-19 cuando estábamos en guerra, que imagínate que para un pueblo que estaba viendo morir a su gente en este conflicto su foco de atención no ha sido una enfermedad que mata a un porcentaje importante pero en proporción menor. Y todo esto, con todo el respeto a todas las personas que han sufrido y siguen sufriendo en el mundo. Cuando me llamaba mi madre preocupada por el tema del Covid-19 en Armenia, que como estaba, le decía que aquí estaba muriendo gente pero por la guerra, que era eso lo que más asustaba al resto de la población.
P. ¿Y qué medidas de control se han llevado a cabo para controlar el contagio y se puedan desarrollar las competiciones deportivas del país?
R. Es una situación diferente. Aquí en España por una parte el Gobierno ha delegado en las Comunidades Autónomas esa responsabilidad de llevar a cabo las restricciones por este tema. Y en el tema del fútbol, LaLiga ha sido muy estricta porque había mucho dinero en juego, la competición genera una gran cantidad de dinero y se ha controlado mucho a todos los equipos. La Federación de Armenia delega a cada club la responsabilidad del cumplimiento de los aislamientos y pruebas, y por eso no han sido las medidas tan exigentes como la Liga de Fútbol Profesional en España, y esto supone que allí pueda surgir con mayor probabilidad algún caso. Pero y aun así en la competición de Armenia solo nos han suspendido 5 partidos por Covid.
P. ¿Cuánto te reincorporas allí y cómo son allí las pretemporadas?
R. El año ruso-armenio-bieloruso de fútbol funciona de agosto a principios de diciembre, dos meses de parón por el frio, y comenzamos del 28 de febrero al 30 de junio. En enero iré para Armenia otra vez. Los equipos ricos vienen a España, Marbella o Pinatar Arena… porque cuentan con un mayor presupuesto, y se lo pueden permitir. Pero los equipos de menor presupuesto, como el mío actual, en lugar de venir a España van a Chipre o a la costa sur de Turquía, Antalia. Allí te encuentras complejos hoteleros brutales, todos con campos de fútbol, quizá no son tan lujosos como los de España, pero las instalaciones son muy buenas, se trabaja en la pretemporada invernal con las mejores condiciones.
Gracias por atendernos a Golsmedia. Te deseamos que pases unas felices fiestas navideñas en Valencia, tu casa, y que te vaya muy bien en tus próximos retos en Armenia.