Atrás queda aquel 25 de octubre en el que el Tudelano consiguió con mucha solvencia su segunda victoria del curso en Tajonar, uno de los derbis del fútbol navarro. Tras un gran primer tiempo fue en el segundo cuando refrendó su victoria y se colocaba como líder del grupo.
Sin embargo, aquella victoria marcó un antes y un después. La semana siguiente el conjunto ribero visitaba Tarazona. Allí el Tudelano realizó otro gran partido pero esta vez no tuvo el acierto de cara a portería que sí que había encontrado las dos semanas anteriores.
Pero llegó un rebrote de Covid en el conjunto ribero antes del partido contra el Haro y se acabó el buen juego y la racha de resultados que hasta el momento había acompañado al equipo de Nacho Martín. Empate a uno ante los riojanos y tres días después derrota ante el Ebro, en un choque muy igualado.
Sin embargo, la derrota ante la Mutilvera le hizo mucho daño al conjunto ribero. Posteriormente en un partido a cara de perro ante el Izarra volvió a la senda del punto pero atrás quedaba ya la última victoria.
Un nuevo aplazamiento por Covid, este caso por el equipo visitante y partido aplazado hasta enero. En él, el Tudelano volvió a adelantarse pero la SD Logroñés igualó la contienda.
Ante el calahorra el miércoles
Y finalmente, el temporal les privó de disputar un nuevo partido. Es por ello por lo que el choque de este miércoles ante el Calahorra es una nueva oportunidad para romper la dinámica de casi tres meses sin conseguir un triunfo y es que tal situación comienza a hacerse larga para un Tudelano, que este año tenía la mirada puesta un poco más arriba.
