El Club Haro Deportivo quiere salir del fondo de la tabla y aunque el número de puntos sigue siendo muy bajo (3), lo cierto es que el equipo no ha tirado la toalla, ni mucho menos. Para muestra, el empate ante la UD Mutilvera en un partido muy complicado, donde el césped se convirtió en una pista de hielo. Un punto que no supone un cambio radical, pero sí un pequeño alivio para recompensar mínimamente el trabajo de un equipo que luchará hasta el final por quedarse en Segunda B.
SIN PERDER LA COMPOSTURA
Si un equipo va penúltimo, suele ser habitual que esté absolutamente descosido. Y que pierda todo el control sobre su equilibrio, es decir, reciba goleadas. Nada de eso le ha ocurrido al bloque de Aitor Calle. Que no tiene gol es una absoluta evidencia (tres a favor en siete partidos). Sin embargo, la plantilla no es, ni mucho menos, la peor defensa de la categoría. Todas sus derrotas han sido por la mínima; es decir, no ha dejado de competir en ningún momento.
El problema es que esta categoría no perdona, ni deja margen de contemplaciones. El CD Tudelano (9), seis puntos por encima, marca la permanencia en la categoría. Los navarros no están precisamente en su mejor momento y solamente han cosechado tres de los últimos quince, por dos del Haro Deportivo. De haber sido una temporada normal, el margen serían 31 encuentros. En esta campaña condicionada por el COVID-19, ya solo quedan quince. Por todo ello, el duelo frente al CD Izarra (sábado 17:00, El Mazo) se antoja crucial.
Llegar a Navidad con seis puntos sigue sin ser lo esperado, pero por lo menos, permitiría a los jarreros empezar 2021 con la esperanza de remontar. El CD Tudelano-SD Logroñés marcará bastante la distancia con la permanencia. De hecho, si los blanquirrojos logran puntuar en Navarra, el espacio frente a la salvación podría reducirse de forma drástica. Por otro lado, en el escenario más pesimista, esta renta podría elevarse hacia los nueve puntos, justo antes del parón. Una jornada mucho más importante de lo que parece.