La Selección Valenciana quedó fuera de la Copa de las Regiones UEFA, pero el torneo dejó una historia que trasciende el resultado: la de Aitor Sáez, centrocampista del Atlético Saguntino, que jugó y lideró al equipo horas después de recibir la noticia del fallecimiento de un familiar cercano.
El sábado, en la Ciutat Esportiva del CF Damm, la arenga previa del vestuario valenciano se convirtió en una escena de unión absoluta. Sáez, con la voz quebrada pero firme, quiso expresar públicamente el apoyo que había recibido en una de las noches más duras que recuerda. En apenas cuatro días de convivencia, explicó, el grupo lo había tratado como una familia. Todo el vestuario respondió fundiéndose en un abrazo colectivo que definió la identidad del equipo.
La Selección Valenciana se convirtió en una familia
Después del partido ante la Comunidad de Madrid, Sáez amplió sus sensaciones. Reveló que la noche anterior había recibido la noticia del fallecimiento y que, desde ese momento, nadie del staff ni de la plantilla lo había dejado solo. Vivió la noche entero arropado por compañeros que apenas conocía pero que, según sus propias palabras, lo sostuvieron cuando más lo necesitaba.
El centrocampista quiso jugar y lo hizo con un nivel sobresaliente. Asumió mando, pidió balón, generó ocasiones y ejerció la libertad que Andrés Palop le otorgó para organizar y acelerar el juego. “Esta experiencia era un sueño desde pequeño”, comentó. “Quería jugar y dedicarle la victoria”.
El desenlace, sin embargo, volvió a ser cruel para la Selección Valenciana. El equipo generó un sinfín de ocasiones, provocó la expulsión del portero madrileño y asedió el área durante toda la segunda mitad, pero solo encontró el empate en el minuto 93. La decepción deportiva convivió con un orgullo unánime: pocas veces una selección amateur había transmitido semejante compromiso.
Un jugador que también lidera en el Saguntino
La historia personal de Sáez encaja con su trayectoria deportiva. El valenciano, nacido en 2003, fichó por el Atlético Saguntino en verano de 2024 tras ser una de las sensaciones de la Lliga Comunitat con el Ribarroja. Llegó como centrocampista creativo y ofensivo, elegido en el Mejor Once Golsmedia del grupo norte y decidido a dar un salto competitivo.
En el Saguntino no tardó en demostrar que estaba preparado para ello. Esta temporada ha disputado nueve partidos de liga, todos como titular, suma tres goles, 665 minutos y es uno de los engranajes fundamentales del equipo que hoy es segundo del Grupo VI con 28 puntos, a solo uno del Castellonense. Su gol en la épica remontada ante el Crevillente, el día en que el Saguntino pasó del 0–2 al 3–2 en diez minutos, quedó como uno de los momentos más impactantes de la temporada.
Su evolución, su carácter y su capacidad para aparecer cuando la presión pesa más explican por qué Palop lo eligió como un jugador muy importante en un torneo tan exigente. Y también por qué sus compañeros lo arropan como lo hicieron.