Aragón tiene un nuevo equipo en Segunda B. La SD Tarazona, en su enésima intentona, consiguió el ascenso a la categoría de bronce del fútbol español. Y ahora es el momento de tantear una categoría inexplorada para los de David Navarro, que continuará al frente de uno de los proyectos más ilusionantes de esta división.
La principal virtud del Tarazona para lograr la consecución del ascenso ha sido la confianza de la directiva en unos jugadores y un cuerpo técnico que han caído mil veces pero se ha levantado una más. El gen ganador de su entrenador, la confianza de los jugadores en su discurso y una afición que no se ha rendido en su empeño por conseguir el sueño han llevado al Tarazona a estar delante de una oportunidad única.
Permanecer no será sencillo
Al Tarazona le ha tocado ascender en la que va a ser, con casi total seguridad, una de las temporadas más difíciles que se recuerdan en los últimos años. Los problemas económicos de los clubes, sumados a la falta de afición -el Fondo Bochi era el principal garante de la prosperidad turiasonense- hacen aún más grande el reto de estar inmersos en una categoría en la que se van a enfrentar a jugadores profesionales y a clubes históricos del fútbol español.
Pero aún así, la ilusión que se tiene bajo el Moncayo es enorme. Y seguro que no van a desaprovechar la oportunidad que llevan persiguiendo tantos años. Van a pasar a jugar en los mejores terrenos de juego del fútbol semiprofesional, a viajar a ciudades enormes… pero el corazón de los aficionados rojos podrán con todo ello.