Era 27 de abril de 1996 en el campo del viejo Vivero de Badajoz, cuando al minuto 75 del partido, un remate de José Francisco Singüeza se transformó en gol y certificó el ascenso del Hércules CF a Primera División, a falta de cuatro jornadas del final. Dicho equipo, dirigido por Manolo Martínez, a la par de obtener el cetro como campeón de la Segunda División, consiguió mantener de por vida en la retina de la afición alicantina la memoria de este equipo.
el ascenso en la 95/96 le permitió al club herculano volver a primera división diez años después de su última aparición
Esa misma madrugada, tras su vuelta a casa, el equipo alicantino fue recibido por más de 50.000 fieles en la Plaza de los Luceros para festejar el regreso a la máxima categoría del fútbol español.
Aquel equipo conformado por una mezcla sólida de futbolistas experimentados y jóvenes, muchos de ellos alicantinos, resaltó por su solidez defensiva y su pragmática manera de resolver en ataque, comandada por su famoso tridente ofensivo: Manolo Alfaro, Eduardo Rodríguez y Janko Janković.
La alegría de regresar al escalafón más alto en el futbol nacional duró poco, dado que apenas un año más tarde, el equipo se vería relegado de nueva cuenta a Segunda División, luego de finalizar en la penúltima posición de la clasificación. Desde entonces, el club de la capital de la provincia de Alicante sólo ha vuelto a Primera División en una ocasión: la temporada 2010/11.
El equipo herculano ha conseguido en nueve ocasiones el ascenso a lo más alto del fútbol español, pero en las calles de Alicante, se sigue recordando aquella tarde de abril del 1996 como una particularmente especial.