El mundo del fútbol y sus tramas nunca dejan de sorprendernos. Noticia increíble la que nos llega desde Inglaterra sobre un hecho insólito que deja muy en entredicho la profesionalidad de uno de los protagonistas. Tom Brewitt, excanterano del Liverpool, ha reconocido varios años después, que lesionó a propósito a uno de sus compañeros del filial para hacerse un hueco en la primera plantilla. «Sabía que era él o yo, así que fui tras él en el entrenamiento», asegura el futbolista.
Según las propias palabras de Brewitt, «estaba escrito en el firmamento que tenía que debutar por lo que hice lo necesario para asegurarme jugar», explica. Sin pelos en la lengua y con bastantes remordimientos con el paso de los años, el jugador explica cómo llevó a cabo el acto. «Esperé durante un segundo y entré tarde. Fue una mala entrada. Sabía que era una mala entrada, lo hice a propósito y no estoy muy orgulloso de ello», comenta el defensa.
El. central lesionó a su compañero para poder debutar con el primer equipo a las órdenes de Jurggen Klop
Sin embargo, el karma siempre vuelve. Pese a que en un primer momento el canterano logró el objetivo de dejar en jaque mate a su compañero (pasó unas semanas con muletas), nunca llegó a tener su ansiado debut con los reds, pues cuatro días antes del partido de FA Cup que iba a disputar, sufrió una conmoción cerebral tras un choque en los entrenamientos que le dejó fuera de la convocatoria.