Sigo pensando lo mismo. Tras el debut de España, digo. Podemos ser campeones o caer en la primera fase: no sé decirles que tendría más mérito. Empecemos.
El ruido acompaña a Morata. De momento es el Vinicuis patrio. Todo lo hace razonablemente bien menos lo fundamental: el remate. Al larguerazo ante Portugal el último amistoso se le sumó su negra noche de ayer. No le ayudó que Gerard Moreno apareciera como suplente. El pueblo esperaba al Pichichi nacional y chupó banquillo. No tenemos gol y el que más tiene no apareció. Si el que aparece moja, pues bueno… Si no lo hace, lío. Hace unos años lo mejoramos: en 2004, esa condición la tuvo Tamudo y no se lo llevó Iñaki Sáez a la Euro portuguesa con el resultado conocido: no le ganamos a nadie. ‘Nihil novum sub sole’ se lee en la Vulgata. También están los iaguistas, de Aspas digo.
“A Morata le pitan. No me gusta. No es el Torpedo Muller, pero tampoco un piernas. Poco más hay que añadir”
A Morata le pitan. No me gusta. No es el Torpedo Muller, pero tampoco un piernas. Poco más hay que añadir. Si acaso, que es uno de los nuestros. Como lo es Vinicius en el planeta blanco. Y su gente va. Y le espera. Y le anima. Y se desespera. Y llega la noche del Liverpool y el madridista no duerme… Y vuelve a empezar.
Tampoco le ayuda, a Morata digo, cómo se desparrama le equipo sobre el terreno de juego. No le veo la gracia al 4-3-3 sin extremos de verdad. No tenemos a Garrincha y a Paco Gento, puestos a exagerar. Olmo y Ferran Torres tienen mil virtudes, pero no son el 7 y el 11 que pide el sistema. A De Boer le mandaron los hinchas holandeses una avioneta en la que le pedían eso, el 4-3-3. Yo le mandaría otra a Luis Enrique sugiriéndole, sólo eso, faltaría más, el 4-4-2. Con Gerard y por qué no Morata arriba. Y cuatro en el centro pues esto fue siempre un juego de centrocampistas. Los laterales, muy bien Alba que es un especialista en lo suyo, tendrían campo abierto. Además.


Y ese cuatro del centro incluiría a Llorente, que pinta poco de lateral. Llorente y tres más. Como en la defensa eché a faltar a Azpilicueta, el mejor defensor español esta temporada. Y de largo. Creo, pues, que debutamos sin el mejor defensa, el mejor delantero y el mejor volante estuvo fuera de su demarcación ideal. Y sumamos un punto. Y a ratos estuvimos bien, en la primera parte por concretar. Entiendo que con esos retoques sería España un mejor equipo. Veremos.
Luego está lo de la desafección que muchos dicen sentir hacia el equipo. La mayoría, madridista según las encuestas. Otra vez aquel ‘nihil novum’… La herida entre el madridismo y el seleccionador no se cerrará jamás. El fútbol hay cosas que no las perdona. ‘Fúmbol es fúmbol’ también en esto dijo Vujadín Boskov que en gloria está.
Varane, Mendy, ahora Benzema y en el horizonte, M’Bappe. Quién sabe. Se sienta el madridista ante la tele y si los ‘bleus’ salen de blanco entorna los ojos e imagina…
No se siente mucho madridista representado en el torneo y mira hacía Francia sobre todo. Varane, Mendy, ahora Benzema y en el horizonte, M’Bappe. Quién sabe. Se sienta el madridista ante la tele y si los ‘bleus’ salen de blanco entorna los ojos e imagina… Le pone cachondo ver a Galés a ver si Bale hace algo. O a Bélgica: de momento, Hazard un ratito. Tiene su morbete. El futbol español, queridos, es fútbol de clubes.
España no le pone al merengue medio ni le pondría si el seleccionador hubiese convocado catorce de los suyos. Siempre estaría ese pero. No hay remedio, pero sí una cataplasma: que el equipo rompa a jugar bien, a ganar, a distraer en positivo. En el partido con Suecia era casi más importante que el resultado la puesta en escena, el anda-mira-juegan-bien. No se consiguió. Ni ganar en el último arreón, la heroica que tanto une. El 0-0 fue patatero. El sábado, segunda oportunidad. Y lo dicho: campeones o cualquier cosa. Cavilaría un plan B. Esperemos…