Los jugadores de la selección española aplauden al público tras finalizar su encuentro ante Polonia. Fuente: Sefutbol

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Opinión

Los jugadores de la selección española aplauden al público tras finalizar su encuentro ante Polonia. Fuente: Sefutbol

Opinión

Vengo con un bajón tremendo de Sevilla. Dos días y no se me pasa. Ni siquiera nuestra histórica plaza talismán logra engancharse con esta selección. Y no me extraña. Grupo de perfil bajo, fútbol lento y previsible, menos gol y profundidad que el equipo de mi barrio y una preocupante orfandad de liderazgo sobre el verde. Sólo en el césped, claro, porque como afirmó Luis Enrique, en el banquillo esa plaza está más que cubierta. A lo mejor ese es el problema. Que su protagonismo ensombrece todo lo demás.

“Una cosa es asumir el rol de <<malo de la película>> y otra crear rechazo”

“ÓDIAME MÁS”

Es el famoso eslogan del América de México: “Ódiame más”. Los Americanistas toman la histórica rabia que despiertan entre el fútbol azteca dándole la vuelta como un calcetín y usándola a su favor. A veces me da la impresión de que “Lucho” quiere hacer algo parecido: Ponerse en el centro de la diana, obrar exactamente de manera contraria a lo que espera el personal, crear “quilombo” y recoger toda esa energía negativa que se crea a su alrededor para emplearla como motivación. Si es así (de momento) le está saliendo fatal.

Ya me da igual si tenía que llevar a Ramos o a Nacho, si faltan Aspas y Navas, si debió convocar a 26 en vez de 24 o si el terreno de juego de la Cartuja da pena. Lo que me importa es que Luis Enrique salga de ese bucle en el que anda inmerso. Una cosa es asumir el rol de “malo de la película” y otra crear rechazo.

Luis Enrique conversación ayudante selección española
Luis Enrique conversa con uno de sus ayudantes durante un partido. Fuente: Sefutbol.

UN SINSENTIDO

Sinsentido: 1.“Dícese de un hecho que carece de lógica y sentido común”. Como lo es acabar un partido que va empate con tus dos delanteros en el banquillo y colgando balones. Vamos con más acepciones: 2. Enrocarse en la idea de jugar con Marcos Llorente de lateral derecho desaprovechando su llegada y recorrido. 3. Jugar con dos centrales zurdos con futuro (pero no presente) y muy blanditos. 4. Desaprovechar la jerarquía de los Azpililicueta y Thiago (curtidos en grandes eventos) fiándolo todo a un grupo de chavales que cuando viene mal dadas no tienen referente al que agarrarse. No sigo que me deprimo.

“El público paga y tiene derecho a expresarse como le dé la gana (faltaría más) pero soy de la opinión de que los silbidos solo perjudican”

NO TODO VALE

Dicho esto, y una vez desahogado… ¡No todo vale! Viví los pitos a Morata en directo y me parecieron lamentables. El público paga y tiene derecho a expresarse como le dé la gana (faltaría más) pero soy de la opinión de que los silbidos solo perjudican. Algunos dirán que Álvaro marcó tras darle caña durante toda la semana, pero yo en directo lo vi hasta más nervioso y fallón contra Polonia que frente a Suecia. Seamos listos. Aprovechemos el factor cancha. ¡Hagamos del Estadio Olímpico una caldera frente a los eslovacos! Si cuando acabe el encuentro se consuma el desastre yo seré el primero en pitar. Lo prometo.

Una vez hecho el llamamiento a la afición ahora se lo traslado a nuestro seleccionador. Lucho, olvide de una vez las vendettas personales, enganche a la afición española a través de un mensaje positivo e integrador, deje de plantear cada rueda de prensa como una batalla y, si puede ser, dígale a sus chavales que levanten la mano para saludar a los aficionados que llevan horas esperando a su equipo en el hotel de concentración bajo el abrasador sol de Sevilla. Hágalo, por favor, porque de momento todo lo que rodea a mi querida selección me SON-ROJA.