A la séptima fue la vencida y el Alzira consiguió ganar al Paterna en el terreno de juego azulgrana. No dejar escapar ningún punto de su estadio contra el Paterna era el principal propósito del encuentro. El equipo gualdinegro había estado durante 30 años sin visitar Alzira (1983-2013) pero en las últimas seis temporadas había sido capaz de sacar cuatro empates y dos victorias. Sin embargo, esta temporada, el conjunto azulgrana es un equipo más sólido que en anteriores campañas y supo contener a los del Gerardo Salvador.

El equipo ribereño controló la primera parte pero sin poner en excesivo peligro a Xenxo. Al filo de la media hora, Granados disparó por encima del larguero y en el 30 Luis García chutó cruzado y despejó un defensa. En uno de los cinco córners que sacaron los azulgranas en la primera parte, Boix remató libre de marca para obtener el 1-0. Los paterneros no llegaron con claridad.

En el segundo acto, el Paterna salió dispuesto a conseguir el empate y adelantó líneas, presionando en campo alzirista. Aún así tampoco pusieron en dificultades a Vicent Dolz. Lo mejor, una buena combinación al cuarto de hora que Navarro acabó chutando por encima del larguero. Ambos técnicos empezaron a mover ficha. Luis Navarro sacó a Germán para intentar conseguir más profundidad por banda izquierda mientras que Pau Quesada sustituyó a Luis García por Mauro para lograr el segundo gol que tranquilizara los ánimos.

Con el Paterna volcado, el Alzira empezó a disponer de espacios. Superado el ecuador Siscar se fue bien por la derecha pero su pase raso tropezó en una irregularidad del césped y Benja no enganchó bien el que debía haber sido el 2-0. La UD no tenía completamente controlado el centro del campo por lo que salió Prieto por el delantero Benja. En el Paterna pasaba factura el césped natural y la grandeza del Suñer y los jugadores sufrían rampas. Por esta razón Nico acabó retirándose y entró el delantero Dani Campos.

El final del partido fue un sálvese quien pueda con los dos equipos exhaustos y un Alzira que tocaba y tocaba para mantener la posesión sin apenas correr y obligar a correr a los de l’Horta. A tres minutos para la conclusión, los visitantes reclamaron un penalti sobre Civera que Moreno Soler no consideró como tal. Los cinco minutos de añadido fueron un suplicio para ambos conjuntos que acabaron destrozados físicamente.