Hugo Guillamón se está ganando ser un futbolista importante del Valencia CF por empeño, por ganas, por su fútbol y porque está en el sitio indicado en el momento indicado. El joven jugador valenciano llegó a estar sin contrato unos días el pasado curso porque el club nunca tuvo clara su apuesta para el primer equipo y tardó muchos meses en activar una negociación que en enero de 2020 estaba descartada porque la secretaría técnica de entonces no le veía nivel para el primer equipo.
Sin embargo, tras la pandemia, la lesión de Garay y las nulas ganas de Lim de firmar un sustituto del argentino, unido al bajo nivel de Diakhaby y la imposibilidad de Mangala de competir, Guillamón tuvo su oportunidad y la aprovechó para demostrar que podía tener un hueco en la primera plantilla. Renovó tres temporadas y comenzó el pasado curso a las órdenes de Gracia siendo uno más en la defensa. Su temporada fue buena en números, porque jugó……
De hecho, el club inició los contactos para alargar la vinculación del jugador que finalizaba en 2023 y que teniendo en cuenta que era un jugador joven, era una buena fecha para iniciar conversaciones. Sin embargo, la llegada de José Bordalás frenó esas conversaciones porque el técnico alicantino desde el principio pensó que Guillamón no encajaba en su defensa. El estilo del valenciano, no es el estilo de central que le gusta al técnico que prefiere centrales mucho mas poderosos físicamente y Hugio estaba dentro del núcleo de jugadores que tenían muchas papeletas para salir antes del cierre del mercado de verano.
Sin ir más lejos, Guillamón era bien visto en Getafe club al que fue ofrecido y donde pudo haber terminado esta temporada si Bordalás no se hubiera visto con la necesidad imperiosa de buscar alternativas en el centro del campo durante la pretemporada. El técnico valenciano arrancó la pretemporada sin centrocampistas, ausencias internaciones de Soler y Wass, Racic se lesionó la primera semana y se vio en la obligación de probar cosas nuevas. Ahí, entró en escena la opción de Guillamón en el centro del campo y ahí es donde Bordalás vio una posición donde sacar rendimiento al jugador.
Bordalás no le veía como central y estuvo cerca de ir al Getafe pero la prueba por obligación de mediocentro abrió una puerta a su historia en el Valencia CF
Guillamón se gano la confianza del técnico y de hecho, sorprendió que fuera titular en la primera jornada ante el Getafe por delante de Racic, que consiguió entrenar bien la última semana antes de arrancar la Liga. Guillamón no pudo tener un debut peor del que tuvo. Fue expulsado en el primer minuto del primer partido de Liga. Llegó tarde a un balón con los tacos por delante y fue expulsado. El jugador se marchó hundido del terreno de juego pero Bordalás ya había visto que era un futbolista que le valía para el centro del campo.
El resto es la historia de un crecimiento que no frena y que tuvo su momento álgido el pasado sábado en Mestalla, cuando Guillamón firmó uno de los goles de la Liga, precisamente tras venir de un momento de haber bajado el rendimiento. Guillamón venía de unos partidos flojos tras el anterior parón porque no estuvo bien ni ante el Barça, ni ante el Betis pero Bordalás le mantuvo en el medio ante los amarillos y volvió a firmar un buen partido, al que le puso una guinda magnífica con un golazo de bandera que abrió el camino de una victoria clave para el equipo, tras siete jornadas sin ganar.
El club retomó las conversaciones para su renovación cuando arrancó la Liga y las posturas estaban cercanas, pero es una evidencia que el rendimiento del jugador encarecerá la renovación de un futbolista que se ha ganado un sitio en la plantilla y que va en progresión ascendente. Eñ jugador quiere quedarse y no será complicado cerrar su continuidad pero eso parece que será en unas semanas, ya que el club da prioridad a los contratos de Soler y Gayà.