El Valencia CF no cuenta con varios jugadores de cara a la temporada que arrancará en 16 días en el Ramón Sánchez Pizjuán y uno de ellos es el serbio Uros Racic, que ha jugado cedido en el Sporting de Braga la última temporada y al que Baraja no le ha hecho un hueco en la plantilla, ni siquiera le ha dado la oportunidad de verlo en acción en ninguno de los amistosos que ha disputado el equipo.
Racic quería seguir en el Valencia CF y tenía ilusión de poder convencer al nuevo técnico, Rubén Baraja, y renovar su contrato que finaliza en 2024. Sin embargo, la idea del club chocaba frontalmente con la del jugador, ya que estaba decidido por parte de la dirección deportiva, que no se iba a contar con él esta temporada.
Por eso, su representante, Igor Gluscevic ha estado esta mañana en la Ciudad Deportiva del Valencia CF, reunido con el director deportivo del club, Miguel Corona. En esa reunión se ha valorado la situación del jugador y ha quedado claro que debe salir del Valencia CF en las próximas semanas.
El jugador no quería irse pero ahora debe elegir el destino que más le convenza. El jugador tiene varios intereses, que todavía no se han traducido en ofertas de Werder Bremen y Fenerbahçe y sí que tiene encima de la mesa una propuesta para ir a jugar dos temporadas a Dubai. Sin embargo, esta oferta es buena económicamente pero no es lo que más le agrada al jugador deportivamente aunque no lo ha descartado.
El serbio sabe que tiene que salir sí o sí del club y dejar alguna cantidad en caja
El club quiere que los jugadores descartados salgan lo antes posible, pero el serbio quiere elegir con calma su destino y donde va a jugarse el ir o no ir a la Eurocopa del próximo verano en Alemania. Ese es su objetivo y lo que le gustaría es tener un equipo en el que disputar muchos minutos.
Ambas partes se han emplazado para seguir hablando en los próximos días pero la decisión del club está clara, el jugador debe salir y debe traer alguna propuesta en las próximas semanas. Todo lo que se ingrese por Racic sera prácticamente venta neta porque el jugador está prácticamente amortizado, unicamente quedarían unos 200.000 euros.