El Valencia CF ha llegado a los últimos siete días de mercado sin haberle dado a su entrenador, Rubén Baraja, las herramientas necesarias para poder configurar un once de totales garantías en la Liga, y principalmente sin prácticamente alternativas para cambiar partidos o para poder variar cuando lleguen lesiones o sanciones, que llegarán.
El club ha cerrado los fichajes de Cenk, Pepelu y Canós en ese orden y ha pagado 10,3 millones de euros por sus traspasos. Sin embargo, el club ha perdido a 10 jugadores respecto al pasado curso 10 jugadores, que con la salida de Castillejo, que se cerrará en los próximos días, serán 11. Es decir, ha tenido 10 bajas y únicamente ha incorporado 3 jugadores. Especialmente importantes han sido las bajas en ataque, donde se han marchado todos los hombres que hicieron goles el pasado curso, como Kluivert, Lino o Cavani y tampoco se cuenta con Castillejo. Entre los cuatro hicieron 21 tantos y únicamente se ha firmado a Canós para reforzar el equipo.
El club ha tenido una política clara de recortes salariales, que se decidió por parte de Peter Lim entre abril y mayo, y que los gestores que hay en Valencia conocían, y que ha pasado por salidas, muchas, antes que poder firmar jugadores. Esa decisión, no explicada por el club pese a lo que diga el director deportivo, Miguel Corona, ha provocado que al equipo le falten entre 4 y 5 futbolistas, según las propias palabras del entrenador el 4 de agosto, cuando afirmo que necesitaba 5-6 jugadores por banda y en punta, donde hacía falta «gol».
Desde ese día, el club únicamente ha podido cerrar a Sergi Canós y se ha centrado en conseguir dar salidas y tratar de cerrar la cesión de Rafa Mir, que no la ha atacado con fuerza hasta este pasado miércoles, y tras previo apretón del entrenador de manera interna. La llegada el murciano ha quedado frenada de momento, porque el Sevilla se ha cerrado en banda y ahora ni siquiera negocia. Habrá que ver a partir del lunes, porque el club ya barajaba alternativas en el mercado por si durante el fin de semana las noticias desde Sevilla no cambian. Nombres como Mayoral, Braithwaite y Boyé se han tocado pero de momento la opción sigue siendo Mir. Y la intención del club es seguir peleando que el sevillista pueda jugar esta temporada en Mestalla.
Baraja ha sido muy paciente pero ahora aprieta para que lleguen Mir y Amallah por la polivalencia del marroquí que ya tiene espacio FPF para llegar
Ante esas dificultades para firmar, el Valencia CF ha acelerado esta semana el plan salidas y ha conseguido cerrar la venta de Marcos André, 2 millones de euros por el 40% de los derechos económicos del jugador, más la cesión con opción de compra de 3 millones de Cömert al Nantes francés. Ahora, con esas salidas el club acumula alrededor de 10 millones de euros en saldo reinvertible en la Liga y por tanto tiene espacio para firmar algo que no sea Rafa Mir, al que se le había reservado los 5 millones que había esta semana sin las salidas comentadas.
El club tiene otra prioridad y además, se trata de una petición del técnico porque ante la ausencia de llegadas, busca que los que puedan llegar puedan cubrirle varias posiciones. Ese es el caso de Selim Amallah. El marroquí del Valladolid, lleva todo el verano esperando al club de Mestalla y pese a que en las últimas horas se había dado por descartada su llegada por la aparición de un club que quiere firmarlo en propiedad, la realidad es que el Valencia CF sigue siendo una opción muy importante par el jugador que es cierto, ha recibido intereses que le han hecho dudar, después de tantas semanas de espera.
Golsmedia puede afirmar que ante la escasez de refuerzos, para Baraja, Amallah es un fichaje clave por la competitividad que le puede dar y la variedad de posiciones que puede ocupar, ya que puede jugar de interior, de extremo e incluso de segundo punta. Por eso, en la reunión que se mantuvo el pasado miércoles en Paterna, el técnico solicitó al club que se pudiera cerrar dicha operación, que como siempre depende más de la luz verde de Singapur, que de la complejidad de la misma, porque el marroquí podría ejecutar la cláusula de salida y llegar cedido a cambio de 150.000 euros que hay que pagar por su cesión. Eso sí, ejecutar esa cláusula no incluiría opción de compra, a no ser que Valladolid quisiera mantener lo negociado y dar la opción de compra de 6 millones acordada si Marcos André iba cedido a pucela, cosa que no ha ocurrido. Otra opción es traerlo cedido y ver si el Valladolid sube a primera, porque de no ser así, el jugador podría repetir la operación el próximo curso y salir cedido a primera pagando otros 150.000 euros. Esa cláusula únicamente se invalidaría el verano de 2026, porque Amallah entraría en su último año de contrato y ahí ya no podría salir cedido.
Baraja ha sido paciente, no ha apretado al club sabedor de las estrecheces marcadas por Lim, algo que él aceptó, pero tampoco esperaba que se llegara a la última semana de mercado con tan pocos refuerzos. Por ello, espera que el club acelere de manera inminente por Amallah y consigan una pieza que creen sería muy importante en esta plantilla. Este mediodía comparecerá por penúltima vez en una previa de partido con el mercado abierto, y habrá que escuchar sus declaraciones acerca del mercado.
Además, como detalle de mercado en clave valencianista, el portero valenciano, Vicente Guaita, que estaba a la espera de si salía Mamardashvili del club, finalmente jugara en el Celta de Benítez, si no se tuerce nada en las próximas horas en las que debe firmar su contrato de un año con el club vigués. Guaita era la opción acordada, si llegaba gratis del Palace, para sustituir a Mamardashvili si el georgiano salía del club. Pero finalmente, esa opción no se ha dado y difícilmente saldrá en los próximos días el portero.