La Copa del Rey a partido único siempre tiene miga. Siempre. No importa rival o lugar, porque un mal encuentro puede significar pegarte el golpe de tu vida o, en caso contrario, aprovechar tu buen momento para dar la campanada. Por ello, los favoritos ya han aprendido que nunca hay que fiarse. Eso es lo que ha sucedido en el Sporting de Gijón – Valencia CF de esta tarde, donde el combinado de LaLiga SmartBank no ha podido hacer frente al de LaLiga Santander. Dos clubes con una bonita relación que se reencontraban cuatro años después en los octavos de final, tal y como hicieran cuando los ches levantaron su último título. En esta ocasión, la eliminatoria se decidió en una primera mitad excelsa para los de Gattuso, redondeada con un control férreo en la segunda parte para concluir con el 0-4 definitivo.
El duelo comenzó con un Real Sporting con ganas de proponer. Lo había avisado su nuevo técnico, Miguel Ángel Ramírez, quien se estrenaba esta tarde al frente de su nuevo equipo. La idea era proponer desde la posesión y buscar portería rival a toda costa. Y sin importar quién estuviese delante. Así lo plasmaron los gijoneses que, mientras tuvieran la pelota en sus pies, tratarían de buscar los espacios entre líneas en una defensa valencianista muy bien plantada. En el momento de la pérdida, la presión era asfixiante. La afición de El Molinón también ayudaba.
Pero al Valencia no le tiembla el pulso en este tipo de encuentros. Ya lo demostró en La Nucía y lo volvía a demostrar en Gijón. Cavani ya anduvo muy cerca en el 9′ de penalizar un error de Gragera saliendo con el balón desde atrás, pero El Matador no iba a errar un minuto más tarde. Kluivert arrancó la moto y comenzó a romper líneas por doquier hasta llegar a la frontal del área, donde realizaría una pared con Lato y dispararía contra Mariño. El rechace le llegó a un Cavani que no falló. 0-1 y lata abierta.
la velocidad de kluivert rompió el partido
El Sporting de Gijón no iba a variar su propuesta inicial por verse uno abajo. La presión arriba era asfixiante y en los minutos siguientes iba a controlar el cuero. Incluso apretando al Valencia en el balón parado. Pero cuando los asturianos parecían más cercanos a la meta de Mamardashvili, Kluivert volvió a encender su moto en el 21′ para convertir un contraataque bien montado por Foulquier y Almeida en un uno contra uno -más bien, cero contra uno gracias a la tremenda velocidad del neerlandés-. Sin hacer nada más que correr como buenamente pudo, Justin Kluivert se quedó solo ante Mariño y definió a las mil maravillas para poner el 0-2. Eliminatoria encarrilada.
Los pupilos de Miguel Ángel Ramírez se vinieron abajo al ver cómo el Valencia, en dos zarpazos, había destruido su guion inicial. Construir iba a resultar mucho más complicado y la presión asfixiante se convirtió en tibia. Los ches tampoco apretaron el acelerador al máximo tras el 0-2 y decidieron controlar más el esférico para demostrar solvencia en un centro del campo con poco físico, pero con mucha juventud y talento. Finalmente, pasaron los minutos y los ches fueron arrinconando cada vez más a los gijoneses. Hasta que llegó la puntilla en el 39′. Lino encontró a Cavani en la esquina del área para que el charrúa recortase a Insua y colocara el cuero en la escuadra contraria. Un golazo de manual para cerrar una primera parte casi perfecta para los de Gattuso.
⬆️Cavani está con la flechita para arriba.#LaCopaMola pic.twitter.com/ta4fbMAEDJ
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La segunda mitad fue de control total por parte valencianista. La eliminatoria se veía muy cuesta arriba para un Sporting que redujo su intensidad en cuanto a presión y ritmo se refiere, dejando el balón mansamente para que el Valencia solo sufriera al pasar la primera línea de presión. Casi siempre, completado con facilidad. Los de Gattuso manejaron la posesión a su antojo y construyeron jugadas de grandísima calidad: muchas de ellas al primer toque; otras, con recortes con el cuerpo, amagos y detalles de tremenda calidad de los extremos. En el 64′, finalmente, llegó la puntilla. Kluivert se zafó de su jugador con un precioso amago con el cuerpo, contó con espacio para correr, se la sirvió a Hugo Duro en el área y éste encontró a Samu Lino, solo en el área, para rematar a placer. 0-4 y guinda del pastel.
El encuentro apenas tuvo historia más allá del cuarto tanto. El Sporting se dedicó a salvar mimbres de cara al choque ante el Real Zaragoza, mientras que el Valencia ofrecía minutos a hombres como Jesús Vázquez o Fran Pérez. Solamente un tanto anulado de Hugo Duro en el 86′ pudo variar el resultado final de 0-4. Eso sí, con algunas ocasiones más para el ex del Getafe CF que no vieron portería. Marcador grande y abultado, como la superioridad valencianista en El Molinón.
Ficha técnica
Real Sporting de Gijón (0): Mariño; Guille Rosas (68′, Campuzano), Gragera, Insua, Diego Sánchez (86′, Pol Valentín); Nacho Martín, Pedro Díaz, Zarfino (68′, Cristo); Juan, Queipo (46′, Izquierdoz), Djuka (68′, Milovanovic).
Valencia CF (4): Mamardashvili; Gayà, Paulista, Cenk, Foulquier; Kluivert (75′, Jesús Vázquez), Almeida (67′, Guillamón), Yunus Musah (67′, Ilaix Moriba), Lato (67′, Fran Pérez); Cavani (58′, Hugo Duro), Samu Lino.
Goles: 0-1, Cavani (10′); 0-2, Kluivert (21′); 0-3, Cavani (39′); 0-4, Samu Lino (64′).
Árbitro: José Luis Munuera Montero no amonestó a ningún futbolista.
Incidencias: Partido correspondiente a los octavos de final de Copa del Rey 22/23 disputado en el Estadio El Molinón-Enrique Castro Quini.
