No hay manera. El Castellón continúa sin ganar y es el único equipo de Primera, Segunda y Segunda B que todavía no ha estrenado su casillero de victorias en la presente temporada. En Olot se repitió la historia. Un empate que después de 13 jornadas sin vencer tiene el mismo sabor que una derrota. El equipo de David Gutiérrez se avanzó por mediación de Kilian pero terminó encajando el gol del empate e incluso pudo perder. Foto: CD Castellón.

El conjunto albinegro saltó a la piscina del Municipal de Olot con las ausencias de Delgado y Cubillas, por sanción, y Paco Regalón por lesión, con la obligación de sumar los tres puntos tras empatar en el feudo del Hércules. La escuadra de la capital de la Plana, que según el propio director deportivo albinegro, estaba hecha para ascender, lleva camino de firmar la peor temporada, en cuanto a números, de la historia de la entidad castellonense, si no lo ha hecho ya.

El duelo estuvo claramente marcado por la tromba de agua que cayó sobre Olot, que dejó en un estado totalmente impracticable el terreno de juego. Los catalanes demostraron más empaque durante los primeros minutos pero, cosas del destino, fueron los albinegros quienes hicieron lo más complicado, avanzarse en el marcador. Apenas se llevaban disputados siete minutos cuando Verdú colgó un balón al área desde su campo, Máyor bajó un balón sin aparente peligro, y Kilian empaló el cuero a la red. Lo difícil estaba hecho, abrir la lata, solo hacía falta nadar, nunca mejor dicho, y guardar la ropa. Pero este Castellón se inmola por momentos. La alegría visitante volvió a durar lo mismo que una golosina en la puerta de un colegio. Tan solo ocho minutos después, el Olot firmó el empate con una nueva concesión en defensa que la aprovechó Blázquez para batir a Álvaro Campos con un chut desde fuera del área. Por si fuera poco, Máyor tuvo que marcharse lesionado a los 25 minutos de juego.

En la segunda mitad se jugó de todo menos a fútbol en un partido que no debió terminar, sin embargo el trencilla se empeñó en no regresar a Olot para impartir justicia en una segunda entrega. Por una parte fue un favor. Ni el contexto, ni las circunstancias estaban a favor de un Castellón que pudo verse remontado en la segunda mitad en la sinrazón futbolística. Ni había juego, ni se daban dos pases seguidos, ni corría el balón. Eso sí, el meta Álvaro Campos salvó al Castellón de una derrota segura con un par de intervenciones de mérito en los últimos 20 minutos.

La vida sigue igual en el Castellón. Sin ganar, colista y a cuatro puntos de la permanencia. 13.000 abonados sufriendo lo indecible cuando se les había prometido luchar por el ascenso tras siete eternas temporadas en el infierno de la Tercera División. Menos de cinco meses después de que Castalia celebrara su salida del pozo asiste ahora, con el corazón en un puño, a eludir un nuevo peregrinaje por la Tercera División. La próxima jornada David Gutiérrez se la juega, al técnico albinegro le queda la prórroga de la última vida, le ha ayudado el lamentable estado del terreno de juego del campo del Olot. Si no se gana al Alcoyano el próximo domingo en Castalia, en la decimocuarta jornada, se espera tarde de cuchillos largos en la capital de la Plana.