Tarde-noche para la historia en Carballino. El CD Arenteiro, club de la Segunda RFEF -cuarta categoría del fútbol español-, recibía al Valencia CF para disputar la segunda ronda de Copa del Rey. Los orensanos apearon a la SD Logroñés en la primera eliminatoria y se ganaron por méritos propios recibir a un club querido en la localidad gallega: el técnico, Fran Justo, admitió que lloró cuando Kahn atajó el penalti de Pellegrino. Las oficinas del club disponen de una camiseta valencianista con el nombre de la localidad que sacaron a relucir cuando salió el papel che en el sorteo.
Un encuentro donde el cuadro de Bordalás, hoy en casa por motivos víricos, se presentaba como férreo favorito pese a las turbulencias institucionales derivadas por la Junta General de Accionistas esta mañana. El elenco che solo alineó a César Tárrega como miembro de la academia valencianista, por lo que puso casi toda la carne en el asador. Los locales no guardaron nada en una noche donde brillaron durante 90 minutos, pero el físico no llegó a la prórroga. El choque concluyó con un 1-3 donde los perdedores salen con mejor sabor de boca que los vencedores.
El Valencia CF dio impresión de tomarse en serio el partido. Apenas tardó 30 segundos en encontrar el primer gol de la noche. El centro de Cheryshev lo deja pasar Maxi Gómez como hiciera en Utrillas y, de nuevo, Musah iba a anotar. Esta vez, de tacón. Un tanto que aguaría el ambiente en Espiñedo, pero no ahogó la ambición local. El Arenteiro, lejos de amedrentarse y bajar los brazos, comenzó a amasar la posesión del balón y a arrinconar a un Valencia incómodo sobre el blando terreno de juego. Fruto de esta superioridad llegó el tanto del empate. En el 8′, Álex Fernández se inventó un caño de mago a Wass, un balón en profundidad hacia Joni y el ariete del Arenteiro la cruzó perfecta para batir a Jaume. Locura en Carballino. Se venía abajo la abarrotada grada de Espiñedo.
El guion lógico dictaba que el Valencia debía despertar tras el tanto local en base a posesión, dominio y oportunidades. Pero el Arenteiro se empeñó en que no fuera un encuentro habitual. El conjunto de Fran Justo supo encontrarle las cosquillas al equipo valencianista en el centro del campo y en ataque. Álex Fernández se graduó con matrícula de honor en la medular ante la pasividad de Wass y Racic. Sylla y Joni cazaban cualquier balón que cruzara a unos Tárrega y Diakhaby incómodos e intranquilos. Las oportunidades se sucedían en ambos bandos: en la portería de Jaume a raíz del dominio del Arenteiro, en la meta de Iago por la calidad individual del elenco de Javier Vidal. A remarcar los disparos de Racic, rozando la cruceta; y de Sylla, que se marchó alto. También se reclamó una pena máxima sobre Marcos André donde el defensor golpeó en el gemelo del ex del Real Valladolid, solventado sin silbato arbitral.
En el descanso no se solventó nada del lío montado en el Valencia CF. El Arenteiro, por su parte, no debía cambiar nada: el encuentro se mantenía en la línea deseada por los de Justo. Tras un cuarto de hora de sequía de oportunidades y centrocampismo sin futuro, la entrada de Soler y Guillamón deslavazaron algo más la red tejida por el cuadro gallego en el centro del campo. Aun así, el choque se mantenía algo más trabado. Solo un error en la salida de Portela hacia el ataque y la posterior descomposición defensiva hizo que Marcos André probara a Iago, sin fortuna. El encuentro se dirigía irremediablemente hacia la prórroga con el Arenteiro cómodo atrás y los valencianistas sin conseguir, ni siquiera, inquietar la portería visitante. Incluso gozó el Arenteiro de una última oportunidad con una jugada maradoniana de Eimil que terminó atajada por Jaume. Nada pudo evitar otros 30 minutos extra previsibles y merecidos para el Arenteiro.
La prórroga fue el detonante del partido. El Arenteiro no podía salir de su campo y los valencianistas apretaron de valiente en busca del gol, aunque ya castigados con 30 minutos de más en sus piernas. En un córner, en el minuto 100, llegaría el 1-2. Guillamón recogía un balón muerto y, con el segundo taconazo de la noche, ponía a su equipo por delante y hacía callar el ruidoso Carballiño. Digerido el golpe, los gallegos no podían reaccionar y eran los visitantes quienes inquietaban para sellar el choque definitivamente. Así sucedió en el 112′. Con el Arenteiro volcado, el Valencia construyó un contraataque de libro concluido por Manu Vallejo, recién entrado. Tras la rúbrica, el Arenteiro se soltó y el encuentro fue un ida y vuelta donde incluso los orensanos, en las botas de Álex Fernández, dispusieron de la oportunidad del 2-3. El terreno de juego le hizo una mala jugada. Punto y final a un duelo histórico para el Arenteiro y un mal de cabeza terrible para el Valencia, que solo saca el pase a tercera ronda como hecho positivo.
Ficha técnica
CD Arenteiro (1): Iago; Ger, Portela, Naveira (91′, Joseca), Vitra (106′, Arce); Álex Fernández, Renan, Adrián Cruz (110′, Marquitos), Eimil; Joni (51′, Adri Castro), Sylla (82′, Raúl Blanco).
Valencia CF (3): Jaume; Foulquier (68′, Piccini), César Tárrega, Diakhaby, Gayà; Wass (103′, Manu Vallejo), Racic (60′, Guillamón), Cheryshev (60′, Soler), Musah (87′, Jason); Maxi Gómez (87′, Helder Costa), Marcos André.
Goles: 0-1, Musah (1′); 1-1, Joni (8′); 1-2, Guillamón (100′); 1-3, Manu Vallejo (112′).
Árbitro: José Luis Munuera Montero amonestó por parte local a Álex Fernández (33′), Adrián Cruz (94′) y Eimil (107′); y por parte visitante a Diakhaby (14′), Racic (20′), Marcos André (33′) y Guillamón (70′).
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda eliminatoria de Copa del Rey disputado en el estadio de Espiñedo (Carballiño, Ourense).
