En la última edición del Masters de Madrid, el javiense David Ferrer, uno de los tenistas más laureados de la historia de España, puso fin a su trayectoria deportiva y fue homenajeado con honores por la organización. De esta forma dijo adiós al circuito, a las noches de hotel, a los viajes interoceánicos y a las ruedas de prensa después de casi dos décadas como profesional en las que una de sus pocas asignaturas pendientes fue alzarse como campeón de un Grand Slam. Ha dejado, por tanto, el listón muy alto para todos aquellos en condiciones de recoger el testigo. Los más autorizados para el reto son, según dictan las clasificaciones de la ATP y la WTA: Roberto Bautista (11), Sara Sorribes (70) y Nicola Kuhn (238).
Año de consagración para Bautista
Hay vida después de Ferrer para un tenis valenciano que goza de muy buena salud. Actualmente, tres son los deportistas que viven de este deporte. El más mediático de los tres es Bautista, castellonense que disfruta de una segunda juventud a sus 31 primaveras. No es una frase hecha, es un hecho en si mismo. A principios de año se superó a sí mismo llegando a cuartos de final del Open de Australia, una fase desconocida para él ya que lo más lejos que había llegado era la cuarta ronda. Aquello no fue ni muchos menos flor de un día porque se ha despedido de Wimbledon en semifinales. Ante los buenos resultados de este 2019, va directo hacia su primera participación en las ATP Finals de Londres. Para ello, debe continuar con su escalada por la general, antes del comienzo de Wimbledon era 11 del mundo, y buscar un sitio entre los ocho primeros del mundo en los próximos meses.
Termine el curso o no en el ‘top-eight’, nada parece separarle de participar, como escudero de Rafa Nadal, en la primera edición de la Copa Davis bajo el formato actual a finales de año. Estamos, por tanto, ante el mejor colocado para cargar con la presión que un día tuvo Ferrer. Tras sus registros recientes en Melbourne y Londres su nombre, de hecho, ya es uno más entre los aspirantes para las cuotas a ganador del US Open para Betway, aún que todavía aparece muy lejos de los verdaderos candidatos al trofeo que son, por este orden y a fecha de 17 de julio, Novak Djokovic, cuya victoria se paga a 2,25, y Nadal (5,00). Todo un paso adelante después de vivir un 2018 muy complicado, como confesó en una entrevista a Punto de Break.
Sorribes y Kuhn son el futuro
Si Bautista es el presente, Sorribes y Kuhn representan el futuro inmediato. La también castellonense, ahora número 70 de la WTA, ostentó el puesto 64 a principios de junio, su mejor clasificación hasta la fecha, se encuentra, con 22 años, en plena progresión tenística. Sus cualidades generan grandes expectativas, pues hablamos de la primera raqueta española por detrás de Garbiñe Muguruza (27) y de Carla Suárez (31). También se espera mucho de Kuhn. El torrevejense de adopción ha empezado en este 2019 a acceder el cuadro final de los Grand Slams con solo 19 años. Tiene, por tanto, toda una carrera por delante para triunfar.
Talento por explotar en las academias
Valencia no es solo tierra de talento local, aquí se cultiva y labra el foráneo. Y es que la JC Ferrero Equelite Sport Academy y la Academia Tenis Ferrer son referentes en esos de formar a futuros jugadores. Sin ir más lejos, el tenis de Pablo Carreño Busta, 50 de la ATP, se ha pulido a las órdenes de Ferrero, quien fuera líder de la general en su día. El buen clima, las completas instalaciones que una y otra ofrecen y el apellido de sus responsables, Ferrero y Ferrer, colocan a estas academias entre las que gozan de mejor reputación en el panorama nacional y también fuera de las fronteras españolas.
Parece, pues, que los aficionados al tenis en Valencia no tienen motivos para preocuparse por la retirada de Ferrer. Hay varios jugadores en condiciones de dar nuevas alegrías a sus paisanos, y ahí está el ejemplo de Bautista.