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El milagro del pueblo de 1.000 habitantes que tocó el cielo

Jugadores del Atzeneta en el partido del ascenso a Segunda B. Fuente: FFCV

El diminuto municipio de Atzeneta d’Albaida (Alicante), con apenas un millar de vecinos, vivió un cuento de hadas futbolero en la última década. El humilde club Atzeneta UE pasó de jugar en Preferente regional a codearse con la Segunda División B en tiempo récord. La clave: un proyecto sólido, el apoyo de todo un pueblo y un entrenador ilustre, el exvalencianista David Albelda, que llevó al equipo a lo más alto.

La gesta culminó el 26 de julio de 2020, cuando en el Estadio Olímpico Camilo Cano de La Nucía, Atzeneta venció 0-1 al histórico CD Alcoyano y certificó su ascenso a Segunda B por primera vez en su historia.

El impulso de David Albelda y un equipo de la tierra

La hazaña resulta aún más asombrosa si se piensa que este club surgió de la afición local en los 1970, y nunca antes había pisado la categoría de bronce. Pero a base de trabajo y tesón, escaló divisiones en los 2010.
La llegada de Albelda como técnico en 2019 fue el espaldarazo definitivo: el campeón de Liga con el Valencia CF aportó profesionalidad a un vestuario repleto de jugadores de la tierra.
Así, en la temporada 2019/20, el Atzeneta UE sorprendió eliminando a rivales teóricamente superiores en el playoff exprés de ascenso.
Ni siquiera el todopoderoso Alcoyano pudo frenar al conjunto de la Vall d’Albaida. Aquella final, a partido único por la pandemia, se decidió con un golazo de Álex Chico para el 0-1 histórico.

El símbolo del fútbol de pueblo

“El pueblo más pequeño en Segunda B” tituló la prensa nacional, encumbrando a Atzeneta como símbolo del fútbol humilde que puede con los gigantes. La proeza tuvo además acento empresarial local: el principal patrocinador, la firma de cosméticos Ubesol (nacida en Atzeneta), había apostado fuerte desde 2016 para profesionalizar el club.

Gracias a ese apoyo y al de sus parroquianos (¡no quedó ni un alma en casa el día del ascenso!), Atzeneta UE inscribió su nombre en la historia del balompié valenciano.

Hoy el equipo compite en Tercera RFEF, pero nadie les quita lo bailado: dels mil habitants a Segona B, de la plaza del pueblo a viajar por toda España con su escudo. Un logro que demuestra que en el fútbol, la ilusión y la unión pueden más que cualquier presupuesto.

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