Los futbolistas del Valencia CF no entienden nada y se sienten traicionados por la propiedad del club por el momento y la forma en la que han destituido al ex entrenador, Marcelino García Toral. Los futbolistas fueron muy explícitos este verano cuando explotó la bomba de manera pública y se conoció la rotura de relaciones entre el máximo accionista, Peter Lim, y el director general, Mateu Alemany y el entrenador, Marcelino García.
En aquel momento, finales de julio principios de agosto, los capitanes, Parejo, Gayà, Rodrigo, Jaume y Kondogbia le pidieron al presidente, Anil Murthy, volar hasta Singapur para transmitirle en primera persona a Lim su absoluto desacuerdo a la decisión de prescindir de las dos cabezas visibles del proyecto; Mateu y Marcelino. Este movimiento lo pidieron los jugadores dejando de lado los amistosos del fin de semana, en mitad de la pretemporada, ante el Brighton y el Bayer Leverkusen. Es decir, los futbolistas se olvidaron del fútbol y de la preparación de la temporada para expresarle al dueño lo importante que era mantener la manera de trabajar que les había llevado al éxito solo dos meses antes.
Aquel gesto pudo pasar un poco desapercibido en mitad de la vorágine informativa que pareció calmarse con la tregua ficticea que se dieron tras la reunión en el país asiático de Lim con Alemany. Los futbolistas entendieron que todo volvía a la normalidad pero pronto se dieron cuenta de que las cosas ya no eran igual con el culebrón Rodrigo. El futbolista fue vendido sin informar al técnico ni al director general y luego su venta no se pudo hacer por la falta de liquidez del Atlético de Madrid. La plantilla cerró filas antes del cierre del mercado y se conjuraron para hacer una buena temporada. Marcelino habló con los jugadores y les explicó que cualquier racha de resultados negativos le costaría el puesto y los futbolistas le mostraron su apoyo para lograr hacer un gran inicio de temporada. Tras el empate ante Real Sociedad y derrota en Vigo, la victoria ante el Mallorca dio calma y alegría al grupo para encarar la visita al Camp Nou y el debut en Champions. Sin embargo, Lim decidió contra pronóstico y sin aviso cesar al entrenador.
Ese gesto del que la plantilla se enteró por la prensa reventó a un vestuario que sigue sin entender porque la propiedad no les ha escuchado. No es habitual que los futbolistas se pronuncien de manera tan clara en favor de un cuerpo técnico y en este caso lo han hecho de manera firme y por una mayoría importante de jugadores. La llegada de Celades todavía no se ha asumido y se le sigue viendo como a un extraño. Si los futbolistas no van a ponerse en contra del nuevo entrenador pero si afirman a sus entornos cercanos que el cambio es drástico y que se trata de un entrenador que de momento casi intenta no molestarlos para no entrar con mal pie.
Este lunes en Londres el técnico compareció solo en la rueda de prensa previa al partido de Champions y dijo entender la decisión de los jugadores y estar convencido de que la plantilla empezará a asumir el cambio en el banquillo. Sin embargo, la realidad dentro del vestuario es complicada porque los futbolistas no comparten la decisión tomada por el máximo accionista y sienten que han sido traicionados ante una temporada ilusionante para ellos.
