Los de Paco López atraviesan por una irregular dinámica, no ganan desde hace un mes, que les ha metido en ciertas complicaciones relacionadas con los puestos peligrosos, por lo que buscarán volver a la senda del triunfo frente al Lleida para así rozar la salvación matemática.
Toca bajar al barro en estos últimos cuatro partidos que restan en el Grupo III de Segunda División B. Esto es lo que les merodea por la cabeza a los integrantes del Villarreal B, equipo acostumbrado a disfrutar con el balón en los pies pero que se encuentra a día de hoy en un escenario en el que los resultados dejarán en un segundo plano la imagen ofrecida. Y es que los hombres de Paco López han visto cómo su triunfal marcha del mes de marzo, llegaron a estar séptimos en la clasificación con 43 puntos, ha ido diluyéndose hasta tal estado de que tras el empate del pasado domingo ante el Olímpic (2-2) se han colocado undécimos con 45 unidades, es decir, a once de la promoción y a seis del descenso, obligando a ello a tener que comenzar a sumar de tres en tres para terminar el curso con esas sensaciones positivas que tanto han dado que hablar a lo largo de la campaña del filial del Submarino Amarillo. "Nos ha faltado una regularidad que, de haberla tenido, estoy convencido de que habríamos estado ahí arriba. Es una lástima no haber podido luchar con los de arriba por pequeños detalles", apuntó Paco López en rueda de prensa.
El problema es que para reencontrarse con las dichas sensaciones positivas antes hay que ganar, y eso es algo que en este último mes se le ha atragantado en exceso a los de Paco López, pues desde su victoria el 22 de marzo ante el Eldense (1-3), no han vuelto a saborear un triunfo, habiendo cosechado dos derrotas: contra el Valencia Mestalla (1-3) y Huracán (4-0); y dos empates: Alcoyano (0-0) y Olímpic (2-2). Debido a esta situación, coincidiendo en gran parte con las bajas de tres jugadores muy importantes del filial ‘groguet’: el lesionado Nahuel y los futbolistas que dieron el salto al primer equipo Sergio Marcos y Alfonso Pedraza, el Villarreal B centrará la mayor parte de sus esfuerzos en los entrenamientos de esta semana en recuperar el ‘hambre’ perdido para así doblegar al Lleida la próxima jornada y los fantasmas del descenso, pues un triunfo les haría mantener como mínimo la ventaja de seis puntos restando apenas nueve por disputarse. "Al estar todo tan igualado, si estás tres o cuatro semanas sin ganar, te das cuenta que no te has salvado matemáticamente y tienes que hacerlo", apuntó el técnico sobre dicha situación.
Sin embargo, el rival que tendrán no lo pondrá fácil, ya que el Lleida, que llegará al Mini Estadi mañana domingo con la moral por las nubes tras su contundente victoria (2-0) contra el Alcoyano, se encuentra metido de lleno en la batalla por el ascenso, por lo que necesitará sacar los tres puntos de tierras castellonenses para consolidar su tercera posición, algo que el Villarreal B buscará a partir de las 17:00 horas que no sea así, sobre todo cuando Paco López tendrá a prácticamente toda su plantilla a su servicio, aunque con la duda de nuevo de Sergio Marcos y Alfonso Pedraza, que viajarán esta noche a Anoeta con el primer equipo. "El Lleida es uno de los pocos equipos que intenta jugar al fútbol, que hace ataques combinativos y que tiene mucha calidad y experiencia. Ha estado todo el año arriba y será un partido complicado", sentenció el técnico.