Tal y como avanzamos la semana pasada, Rojas ha tenido que tomar la decisión de abandonar la práctica del fútbol. Hemos hablado con él para repasar su trayectoria y los mejores momentos que le ha dado el fútbol.
Carlos Rodríguez Hernández (29 de mayo de 1990, Paterna), más conocido por todos como Rojas y a pesar de contar con tan solo 27 años, ha tenido que colgar las botas confirmándonos que “a causa de las lesiones, he decidido dar el paso de dejármelo ya que lo principal ahora es trabajar, y además soy padre y viene otro en camino, y la verdad es que no me gustaría acabar cojo más adelante…”, poniendo fin a una trayectoria que empezó en la cantera del Paterna, llegando a ser capitán y debutar en el primer equipo, donde se inició también como amateur disputando dos promociones.
A continuación jugó como defensa en Tercera con el Mislata, Llosa, Dénia, Ribarroja y Torre Levante, antes de recalar en un Buñol con el que ascendieron a Tercera. Allí, renovó, pero se lesionó de gravedad y desde entonces ha entrenado en el Ribarroja y el Quart, aunque sin llegar a poder jugar. Justo en este periodo, viendo que cada vez se le complicaba más su regreso a los terrenos de juego, nos ha confesado que “al saber que me tenía que dejar el fútbol decidí no dejarlo del todo”.
“Me anima mucho el poder enseñar y ver las ganas que tienen los peques por jugar al fútbol”
Y es que a veces pasa que cuando se cierra una puerta se abre otra: “en navidades me ofrecieron coger el Alevín A del Mislata y ejercer de entrenador, algo que acepté sin dudarlo debido a que ya que no puedo jugar, me anima mucho el poder enseñar y ver las ganas que tienen los peques por jugar al fútbol”, tal y como nos ha remarcado, confesándonos además que “mis espiraciones son el sacarme el título de entrenador y llevar algún equipo más grande”.
Quién sabe si en un futuro tendrá protagonismo en los Premios Golsmedia tal y como ya hizo siendo jugador, destacándonos esta etapa que ha cerrado que “uno de los mejores momentos fue el pensar que mi equipo, el Buñol, iba hacer promoción a Tercera División y que con la plantilla que teníamos íbamos a subir. Y así terminó siendo pese a lo complicada que era la hazaña, pero la gente me dio la enhorabuena por la gran eliminatorias que hice, al igual que el equipo”. Además, también ha remarcado “la cantidad de personas que conoces y que al final consigues muy buenos amigos”.
Muy agradecido al Quart
Por último, ha aprovechado la ocasión para “destacar la grandes personas que hay en el Quart, que confiaron en mí este año que pensaba que iba a volver a jugar y me dio el apoyo de entrenar con ellos y poder demostrar el que era antes. Agradecer al entrenador Fran Márquez y a su segundo, Vicente Miravet, que desde el principio me dijo que yo podía y que iba a ir como la luz, pero al final no ha podido ser…”.
“Gracias también”, prosigue “a otra persona es Sergio, el preparador físico, que me ha puesto finito y que iba como un toro para poder jugar, pero por desgracia al final nada, y sobre todo agradecer el apoyo de mis compañeros, que entienden la difícil decisión que he tenido que tomar de dejar el fútbol. ¡La verdad es que me llevo grandes amigos!”.
