Ni los últimos intentos por evitar un hito histórico, no solo en nuestro país, sino también en el resto del mundo, han servido para poner freno a la huelga del fútbol femenino. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha anunciado a través de un comunicado oficial que las negociaciones de los pasados días no han surgido efecto y, salvo cambios de última hora, la Primera Iberdrola sufrirá el parón indefinido a partir de mañana.
Salvo sopresa, la huelga indefinida empezará este fin de semana, correspondiente a la jornada 9 de Primera Iberdrola
Finalmente, la Dirección General de Trabajo -encargada de mediar en las negociaciones para el convenio colectivo- no ha logrado entenderse con la Asociación de Clubes del Fútbol Femenino (ACFF) a quien la AFE acusa de haber mantenido «una actitud inmovilista, sin ofrecer alternativas o posibles soluciones para desbloquear el conflicto». Los clubes siguen manteniendo que la cuestión de fondo es «la necesidad de conseguir mayores ingresos como condición indispensable para alcanzar cualquier acuerdo». Por ello, su respuesta al documento del Ministerio de Trabajo ha sido negativa. Como consecuencia de ello, las futbolistas de la Liga Iberdrola se han mantenido en su posición de convocar un parón indefinido que dará comienzo mañana sábado 16 de noviembre.
El documento redactado por la Dirección General de Trabajo, sí que obtuvo el visto bueno de las futbolistas profesionales como así manifestó el sindicato. En la propuesta de convenio se establecían, entre otros, el salario mínimo de 16.000 euros o una parcialidad mínima del 75% de la jornada, dos de los puntos más reivindicados por las jugadoras.
Desde la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino se asegura que se trata de un problema económico y no relacionado con las demandas de las futbolistas
La única baza posible que evitaría la inminente huelga sería está ahora en manos de la Real Federación Española de Fútbol. La ACFF necesitaría acceder al ‘Programa Élite’ de la entidad federativa para recibir hasta 500.000 euros por club, hecho que les permitiría hacer frente a las reivindicaciones salariales de las futbolistas. Así lo asegura, Rubén Alcaine, presidente de la ACFF, quien continua insistiendo en que «no se trata de un problema relacionado con las condiciones de las jugadoras, sino más bien con temas económicos».