Dani Cárdenas es el actual dueño de la portería del Levante UD y uno de los culpables de que el equipo haya alcanzado las semifinales de la Copa del Rey Juvenil. El catalán atraviesa un momento dulce en una temporada muy dura en el plano individual, tanto que incluso se llegó a plantear colgar las botas.
El pasado domingo, el Levante certificó su pase a semifinales de la Copa del Rey Juvenil eliminando en esta ocasión al vigente campeón, el Rayo Vallecano. El equipo atraviesa el mejor momento del año, y esto no solo es debido a los resultados, sino también al juego. El bloque es tan compacto que si en algún momento hubo grietas están han sido taponadas. En el vestuario hay mucha ilusión y reina el buen ambiente, aunque son la ambición y humildad las premisas que le pueden llevar a alcanzar el gran reto, llegar a la final de la Copa del Rey.
Sin embargo hay algo más recóndito en todo esto y son las circunstancias individuales de algunos jugadores. Tan decisivos como han sido los goles de Joel (que suma dos en esta competición), Carlos Moreno, Jorge Vela, Hacen, Pepelu o Álex Gil, lo han sido las cruciales paradas de Dani Cárdenas a lo largo de los más de 360 minutos acumulados en la competición. En la Copa cada encuentro es una final y la confianza en uno mismo debe ser máxima. El portero catalán la ha reparado con ayuda de Igor Oca, los diferentes miembros del cuerpo técnico, el coordinador de fútbol 11, Andrés Pardo pero sobre todo con el apoyo de su familia.
Cárdenas se rompió en diciembre el menisco externo de la rodilla derecha por segunda vez desde que viste la camiseta del Levante. Fueron sus peores momentos como granota.
Dani se lesionó cuando la suerte le miraba de cara. La lesión de Zagala le había abierto las puertas del filial, y aunque no llegó a debutar fue convocado para seis encuentros de manera consecutiva. Sin embargo, durante un entrenamiento la pierna le hizo un extraño y las muestras de dolor no presagiaban nada positivo. Las pruebas confirmaron la rotura del menisco externo de su extremidad derecha. Cárdenas pasó por el quirófano de la Clínica Quirón un 18 de diciembre y reaparecía el 9 de marzo en el encuentro ante el Conquense (4-0). Aunque solo fueron tres meses los que estuvo alejado de los terrenos de juego, posiblemente fueron los noventa días más duros desde su llegada al Levante. En su primer año sufrió esa misma lesión y volver a pasar por lo mismo, en su última etapa de fútbol base, le sobrepasó hasta tal punto de pensar en dejar la práctica del fútbol.
No obstante, Dani encontró el apoyo que tanto necesitaba en el club y eso le ha hecho volver más fuerte. Ahora es el portero del Levante, ha disputado todos los minutos de la Copa del Rey, encajando solo tres goles y desplegando un surtido número de intervenciones a lo largo de los cuatro partidos que han puesto el corazón en un puño a todos los levantinistas.
Con un amplio repertorio de paradas, Dani se ha convertido en el particular héroe de este Levante en la Copa del Rey.
Paradas de infarto en Sevilla con varias faltas que fueron lanzadas por fuera de la barrera, y también un fuerte disparo cruzado desde la frontal que logró sacar muy bien abajo; en la vuelta tuvo más bien poco trabajo porque el conjunto hispalense apenas chutó entre los tres palos. Una eliminatoria totalmente opuesta a la del Rayo Vallecano, que tanto en la ida como en la vuelta puso las cosas muy difíciles al Levante. En la ida, cuando el gol de Joel ya brillaba en el marcador, Cárdenas respondió con un paradón un chut a bocajarro de Losada y en la recta final el Rayo achuchó, pero él siempre seguro dio una clase magistral de cómo volar para sacar una falta que ya se colaba por la escuadra. Sin embargo fue el domingo cuando firmó su mejor encuentro. En los cuatro primeros minutos tuvo que desviar un lanzamiento de Losada en la misma escuadra y después el segundo un remate de cabeza de Mohamed tras un saque de esquina. Si cualquiera de esas llega a entrar, el rumbo del partido habría cambiado. El Rayo recortó distancias en la segunda mitad y se volcó en ataque tras el gol, pero Dani se mostró muy centrado y seguro para salir, blocar, tirarse o desviar un balón imposible. Tuvo mucho trabajo pero lo resolvió con solvencia. Ahora Dani ya piensa en las siguientes paradas, las que el domingo (18 horas) tendrá que hacer ante el Atlético de Madrid.