Este martes se llevó a cabo un seminario en Madrid organizado por la Asociación Española de Futbolistas bajo el título de «El Ejercicio de la Actividad Profesional del Fútbol». En esta jornada varios ponentes analizaron la parte más jurídica de este deporte y el trabajo de organismos estatales para controlar que se respeten los derechos laborales de los futbolistas.
Una de las ponencias más interesantes resultó la del Director de la Oficina Nacional de lucha contra el Fraude, perteneciente a la Inspección de Trabajo del mismo Ministerio, Juan Grangel Vicente. En su exposición, el conferenciante expuso una práctica de algunos clubes que han detectado en los últimos años: dar de baja de la Seguridad Social a algunos futbolistas en verano para ahorrarse un mes de esta cuota, ya que luego le vuelven a dar de alta al mantener un contrato con el jugador.
Esta práctica, además de ser perseguida por la Inspección de Trabajo para evitar este fraude puede suponer un riesgo mayor para el club que el propio ahorro de una mensualidad a la Seguridad Social. El Director de la citada oficina lo explicaba así basándose en un caso real: «un club de Segunda B tenía un jugador con 3 años de contrato y una cláusula de 15.000 euros. El 30 de Junio este equipo le dio de baja en la Seguridad Social para luego darle de alta el 1 de Agosto y ahorrarse un mes de este pago, pero el futbolista se da cuenta y lo denuncia y pide indemnización por despido. Al final el club tiene que pagarle al jugador el despido y este se fue gratis a otro club» al no valer ya su cláusula al entenderse que el equipo lo echó. Juan Grangel Vicente avisa: «estos movimientos raros para ahorrarse un mes le pueden costar muy caro a un club».
Juan Grangel Vicente: «Hay que empezar a sensibilizar a los clubes de Segunda B y Tercera que sus jugadores son deportistas profesionales»
Desde este organismo, en palabras de su Director en este seminario recuerda que pueden sancionar a los clubes que no respeten los derechos de los jugadores, que «son unos trabajadores más como el resto». Juan Grangel Vicente ha resaltado que hay que empezar «a sensibilizar a los clubes de Segunda B y Tercera que sus jugadores son deportistas profesionales», y destacó que todos ellos deben estar dados de alta en la Seguridad Social, y si no es así: «lo detectaremos, y nosotros tramitaremos el alta directamente, sancionaremos o no al club para la falta cometida y exigiremos que se abonen todas las cotizaciones desde que está jugando para ese equipo con un recargo del 20%».
«Es muy importante que los jugadores estén de alta en la Seguridad Social, una falta de cotización al futbolista le supone tener poco de desempleo luego, y en caso de obtener una discapacitación laboral por algún motivo, esto también le puede afectar», resaltó el responsable de este organismo controlador.
El ponente defendió el papel de la Dirección Nacional de la lucha contra el Fraude: «nosotros nos encargamos de velar por los trabajadores, y en el mundo del fútbol, también por sus derechos y obligaciones». Juan Grangel Vicente señaló que el Convenio actual de jugadores de fútbol solo acoge a los futbolistas de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, es decir de Primera y Segunda División. Por lo tanto, los deportistas de Segunda B, Tercera y otras categorías se rigen por la normativa del derecho laboral común, el Real Decreto 2006, o el Estatuto de los Trabajadores.
El directivo comentó que le gustaría que se elaborase un Convenio propio para estos futbolistas por su peculiaridades, y preguntado por si podrían elaborar un contrato laboral específico para los futbolistas, el ponente aseguró que esta idea la trasladará al Servicio Público de Empleo Estatal para que se lleve a cabo.
