Ahora hace unos 5 años la situación en el Real Murcia CF era dramática: a sus jugadores se les debía tres meses de sus nóminas (con el riesgo de pasar esos tres meses y poder quedar libres los jugadores dejando al equipo sin futbolistas), a los empleados se les adeudaba 4 meses de salarios y a los trabajadores de la cantera 8 meses. Una alarmante deuda de más de 17 millones de euros con la Agencia Tributaria mostraba un panorama desolador, a lo que había que sumar una directiva entonces liderada por el empresario Víctor Gálvez enfrentada a la afición con menosprecios como el gesto de cachetadas en la cara en la fachada del estadio a unos seguidores que llevaban acabo una enésima protesta.
«3 meses de impagos a jugadores, hasta 8 meses a OTROS trabajadores, 17 millones de euros de deuda a la Agencia Tributaria, la propiedad enfrentada a la afición… en ese contexto surgió la idea de vender pulseras «#SOS Real Murcia»
En las tertulias futboleras de la ciudad, en la Plaza de las Flores, en las tascas universitarias por la Merced, en las poblaciones cercanas Molina de Segura, Santomera, Alcantarilla… el debate constante era ¿qué pasará con el Real Murcia? El pesimismo se había adueñado de la afición de uno de los clubes más históricos de nuestro fútbol e incluso se reflexionaba sobre si había que fundar otro club porque su Real Murcia CF ya estaba sentenciado a la muerte. En este contexto surgió una idea, vender pulseras con la frase #SOSRealMurcia. Ahí está el origen de un renacer alargado durante 5 años del Real Murcia CF que con el reciente pacto de su Presidente Agustín Ramos y el empresario Felipe Moreno (ex propietario del CD Leganés) parece ahora encontrar la salida al laberinto en el que ha estado sumergido desde el descenso administrativo a Segunda B. Felipe Moreno en la Asamblea General de este 8 de marzo se hacía con el 70% de la propiedad del club y suscribía 8 millones de euros para impulsar el club. El empresario en una rueda de prensa hace una semana agradecía a todos los que habían ayudado estos años a mantener con vida el club en momentos muy delicados con estas palabas: “Quiero agradecer a cualquier persona, especialmente los que han estado los últimos años en tiempos convulsos, que el Real Murcia CF esté vivo, todo el que ha hecho algo por el Real Murcia muchísima gracias, desde el que vendió pulseras…»
Ahora el club presenta un futuro ambicioso, en mente la construcción de la Ciudad Deportiva y el regreso a la élite del fútbol nacional. Golsmedia se ha puesto en contacto con Pablo Guzmán, expresidente de Fepemur (la Federación de Peñas del Real Murcia) y actual Presidente de la Peña Región Grana para conocer más sobre ese símbolo de la venta de pulseras en ayuda al club: ¿Cómo surgió la idea? ¿cómo se llevó a cabo? ¿qué supuso el éxito de la venta de pulseras? ¿Cómo consiguieron ser el motor para salvar al club? Estas pulseras #SosRealMurcia se han convertido en uno de los mayores trofeos de la historia de la entidad grana y en todo un ejemplo para las aficiones de otros clubes históricos que ahora sufren desolados por crisis económicas profundas ¡hay solución! ¡Hay luz al final del túnel! En Murcia su afición peleó y lo consiguió.
Pablo Guzmán: «vendimos unas 70.000 pulseras, Esto fue el símbolo de una afición que vendía las pulseras como un grito desesperado de ayuda»
P. Pablo, ¿Cómo estaba el club cuando se tuvo la idea de vender pulseras con el lema #SOSRealMurcia?
R. Aquel era un momento muy delicado para el club, teníamos a la plantilla tres meses sin cobrar por lo que ya podían pedir la rescisión de contrato y marcharse, teníamos a los empleados del club con 4 meses de retraso y a los trabajadores de la cantera se le debían 8 meses. La situación era crítica y teníamos miedo que el equipo no pudiese seguir compitiendo. La propiedad era un caos absoluto, no pagaron ni la primera mensualidad y pensamos que había que hacer algo. El Real Murcia contaba con 3.000 peñistas, ese era el único soporte que le quedaba al club, su afición y su historia, mucha gente quería conservar al Murcia porque era el club de sus padres y de sus abuelos. El vender pulseras era una idea para recaudar dinero para los empleados y jugadores del club, pero sobre todo era un símbolo para que las empresas y patrocinadores de la ciudad viesen que el Real Murcia le importaba a mucha gente y que cualquier inversión en el club iba a contar con un gran respaldo social. La respuesta de la gente nos sorprendió porque se volcaron con colas de cientos de personas comprando las pulseras enfrente de la catedral de la ciudad. Luego empezamos a tener peticiones de toda España de gente que quería ayudar comprando las pulseras, de fuera, de Inglaterra e incluso de Australia. Al final vendimos unas 70.000 pulseras. Esto fue el símbolo de una afición que vendía las pulseras como un grito desesperado de ayuda.
P. Fue un rotundo éxito esa idea porque más allá de recaudar dinero despertó a todo el entorno del club para ayudar a la entidad, ¿no?
R. Fue una locura, nunca pensamos que se iban a vender las pulseras hasta el punto que llegamos. Nos quedamos pronto sin ellas y la empresa que nos las hacía nos mandaba todas las que podía cuanto antes para seguir vendiendo. Además lo hicimos fuera del club, no queríamos que el dinero fuese a una persona que no sabíamos la intención que tendría con el destino de ese dinero porque había un problema serio con la directiva. Esas pulseras y ese lema se convirtió en viral en todos los sitios y otros clubes de la ciudad se unieron, recuerdo pancartas en el pabellón del Pozo Murcia, en los partidos de baloncesto, todos los equipos de la Región se solidarizaron. Te hablo de clubes muy modestos como el Muleño que cedió la recaudación de la taquilla para esta causa y en otros muchos campos se vendieron las pulseras en los días de partidos. A esta venta de pulseras se añadieron jugadores murcianos que competían por toda España, influencers, cantantes y actores, fue un grito de socorro que se fue extendiendo gracias a la afición que no quería dejar morir a su equipo.
«Fepemur compró balones para los entrenamientos y partidos de los equipos, También hay que destacar el gran número de voluntarios que ayudaron al club, gente que nunca había ido al fútbol se apuntaron»
P. ¿Pudisteis ayudar a los jugadores y trabajadores con todo lo recaudado así paliar sus meses de impagos del club?
R. Los jugadores nos pidieron que lo primero que recaudáramos fuese a los empleados y los trabajadores de la cantera que tenían sueldos más modestos y lo primero fue para ellos, para ayudarles a algunos con sus hipotecas tras, 4, 5, 6… hasta 8 meses de impagos que sufrían algunos. Pero con este dinero recaudado también se ayudó al club para poder seguir compitiendo, Fepemur compró balones para los entrenamientos y partidos de los equipos. También hay que destacar el gran número de voluntarios que ayudaron al club, gente que nunca había ido al fútbol se apuntaron para ir voluntarios al campo para limpiarlo para los días de partido, otros arreglaban porterías, otros preparaban cestas que luego sorteábamos nosotros en rifas, se vendieron más cosas: tazas, chapas… Y todo ello junto a una Plataforma de Apoyo al Real Murcia CF que se creó donde estábamos nosotros las peñas, estaban los accionistas minoritarios, aficionados que se unieron…
Al final esa Plataforma que nació en ese momento terminó por hacerse con el control del club ante la incertidumbre institucional y es quién ha impulsado estos últimos años a la entidad hasta la llegada de este nuevo empresario. Por todo ello lo de las pulseras fue más que recaudar dinero fue todo un símbolo de todo lo que vino después. Esto provocó colas descomunales de gente enfrente de una caseta que nos prestó el Ayuntamiento de Murcia para vender las pulseras en la plaza de Santo Domingo, nos unió con otras aficiones con rivalidad histórica como la del Elche CF que nos ayudó a vender, también con la afición del CD Castellón, Rayo Vallecano… hubo una enorme solidaridad que luego se vio en la ampliación de capital. La Plataforma de Apoyo al Real Murcia consiguió llevar adelante varias ampliaciones de capital. Dos aficionados, Antonio Ruiz y Víctor García, trabajaron incansables para llevar a cabo esa campaña con el lema #HazloTuyo donde se posibilitó que miles de personas pudiesen comprar una pequeña parte del Real Murcia CF para ayudar al club, y fueron millones de acciones que permitieron ingresar un dinero vital para la supervivencia.
«Lo hemos pasado muy mal, dos descensos administrativos, enfrentamientos directos de la dirección del club con la afición, mucha inestabilidad, pero por fin podemos quedar en el bar y hablar solo de lo que pasa en el césped»
P. Y después de todo aquello, de ver como había un momento hace 5 años que pocos creían que el Real Murcia CF iba a seguir con vida, ¿qué sentiste el otro día cuando estaba lleno el campo ante el FC Barcelona B?
R. Esto ha sido una muestra más de lo grande que es el murcianismo. Al final lo del pasado domingo ha sido el culmen de un sueño. Ahora no hay que olvidar nunca de donde venimos, ojalá nunca más volvamos a estar en una situación como la que estuvimos en el pasado. Este equipo será siempre de su afición y su historia y ahora gracias a todo lo hecho los últimos años cada vez más la gente lo sabe lo que es el Real Murcia y ser murcianista. Por fin podemos decir que esto es el Real Murcia. Lo hemos pasado muy mal, muy mal, dos descensos administrativos, enfrentamientos directos de la dirección del club con la afición, mucha inestabilidad, pero por fin podemos quedar en el bar y hablar solo de lo que pasa en el césped.
P. Ahora vuelven los debates buenos, los de ¡que malo es este delantero que ponga al otro! Mejor jugar con dos delanteros que con uno, que si el entrenador es muy defensivo o si es un coladero el equipo… se habla de fútbol…
R. Si. Cada vez que hablabas con un amigo era si pensaba que el Real Murcia el año siguiente competiría, no en qué categoría si más arriba o más abajo, lo que hablábamos era si iba a seguir compitiendo o desaparecería. Esto produce mucho desgaste durante años, estábamos hablando del club de la séptima ciudad más grande de España y no tenía dinero ni para comprar balones para los entrenamientos.
«A otras aficiones que pasen algo similar les digo que pidan ayuda, que llamen ellos a empresas, que aprovechen las redes sociales que fue gran parte de nuestro éxito, que no esperen y pidan ayuda a otras aficiones»
P. Lo realizado por la afición del Real Murcia CF ha sido clave para la supervivencia del club y todo un ejemplo para otras aficiones que ahora ven a sus clubes pasarlo realmente mal. ¿Qué mensaje le puedes enviar tú que lo has vivido tan de primera mano cuando tu club está al borde del precipicio?
R. Les digo que pidan ayuda, que se vuelquen con manifestaciones, con pancartas que llenen la ciudad o el pueblo. Les digo que llamen ellos a empresas y que aprovechen las redes sociales, gran parte de nuestro éxito fue el gran altavoz que son las redes sociales. También que no tengan vergüenza y llamen a todas las puertas posibles, que no esperen a ver que hace una directiva si ya llevan tiempo sin hacer nada que ellos generen ese movimiento y que pidan ayuda a otras aficiones. Nosotros cuando sufrimos los descensos administrativos nos sentimos muy solos pero luego cuando impulsamos la venta de las pulseras y todas las campañas posteriores recibimos una gran ayuda de España y fuera y nos sentimos muy acompañados. Todo aficionado al fútbol es sensible a lo que puedan sufrir otros aficionados.
P. Muchas gracias Pablo Guzmán, ex Presidente de Fepemur y Presidente de la Peña Región Grana por recordarnos lo mucho que hicisteis todos los aficionados por salvar al Real Murcia CF. Si quieres añadir algo más…
R. Por último destacaría que todo salió bien porque todos fuimos a una con el único objetivo de salvar al equipo, porque solo podíamos conseguirlo juntos. Aunque fue la Federación de peñas la que lo impulsó fue todo el murcianismo quién se unió para conseguir lo imposible y salvar al club. Y, sin duda, funcionó gracias a las decenas de voluntarios que ayudaron.
