El partido de ayer ante Hungría era vital para las aspiraciones de la selección española femenina en el Campeonato de Europa de Balonmano de Francia. El resultado podía impulsarlas de cara a las medallas o por el contrario alejarlas. Lamentablemente las pupilas de Carlos Viver sucumbieron por 32-26. Fotografía: Jozo Cabraja / Kolektiff Images
Las Guerreras protagonizaron el peor encuentro de lo que llevamos de competición. Un choque en el que excepto un intervalo muy corto de la primera mitad fueron siempre a remolque por culpa de una defensa excesivamente blanda que las húngaras aprovecharon para llevarse la victoria.
España cierra el Grupo C como tercera y se cuela en la ‘Main Round’ con cero puntos.
Tras los dos grandes partidos ante Croacia y Holanda, esta última vigente subcampeona de Europa, nada hacía presagiar el descenso drástico del rendimiento de las españolas que se presenció ante una Hungría que fue un auténtico puñal por las bandas al no encontrar oposición.
Una indolencia defensiva que fue maquillada tímidamente antes del descanso por las buenas acciones ofensivas de Arderíus que ponía el 19-14. Había esperanza en revertir la situación, pero las lagunas atrás volvieron a hacer acto de presencia en la reanudación.
Tras el paso por vestuarios, Hungría alcanzó la máxima renta del partido (25-15).
La debilidad en la zaga de las de Viver las condenó. Hungría se frotaba las manos para vacunar con un demoledor parcial de 6-1 que ponía tierra de por medio en el electrónico (25-15). El partido parecía visto para sentencia, pero no estaba dicha la última palabra.
La capitana Carmen Martín se echó el equipo a la espalda para firmar un parcial de 3-0 y convencer a las suyas de que la remontada era posible. Sin embargo esta nunca llegó a producirse ya que España sólo pudo acercarse algo en el marcador cuando Hungría dio descanso a varias de sus titulares.
Con este resultado se complica la lucha por las medallas. El próximo viernes se medirán a Alemania.