Ya hace algunos años que somos testigos de sistemas capaces de reconocer a una persona con sólo escanear su rostro durante unas milésimas de segundo. Estas tecnologías tienen una tasa de efectividad alta pero no son infalibles, o al menos eso es lo que podíamos pensar hasta la llegada de Clearview AI, la última app de reconocimiento facial que utiliza el FBI en sus casos.
Este sistema, sin embargo, no ha sido desarrollado por expertos norteamericanos sino por el australiano de origen vietnamita Hoan Ton-That. Se trata de un creador que hasta entonces no había tenido éxito con sus programas y aplicaciones para móviles.
Con la colaboración de Richard Schwartz, un asesor del ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, y el impulso financiero brindado por Peter Thiel, un inversor con cierta cercanía a Donald Trump, este especialista estableció las bases de Clearview, una plataforma que permite identificar inmediatamente “a casi cualquier persona”.
Una extensa base de datos
Esta app de reconocimiento facial para buscar personas, de la que ya se sirven varias agencias y organismos gubernamentales y de inteligencia de los Estados Unidos, posee una base de datos con más de 3.000 millones de imágenes de personas.
¿Cómo han logrado recopilar tal cantidad de documentos? Sí, lo que pensabas: redes sociales. Expertos del periódico The New York Times explican que obtuvieron estos registros luego de revisar infinitas publicaciones en sitios como Facebook, Instagram y YouTube, entre otros.
Si el reconocimiento facial de Facebook es suficiente muchas veces para espantarnos, queda claro que estas herramientas en manos del FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y la Policía norteamericana, tampoco nos dejan tranquilos.
Potente y versátil
El funcionamiento de Clearview es sencillo, ya que las fuerzas del orden -o sólo se tiene que subir la foto, y esperar que se procesen los datos. Así, se obtiene su nombre, país de nacimiento, país de residencia, familiares, etc.
Pero lo más sorprendente es su compatibilidad con gafas de realidad aumentada, de manera que podremos registrar a cualquier individuo con el que nos crucemos en la calle sin demoras ni ordenadores. Aunque esta función permanece aún en desarrollo, ha sido vista en el código fuente del software.
Y si bien las autoridades estadounidenses y de otras superpotencias operan desde hace tiempo con sistemas de reconocimiento facial, de momento sólo se servían de retratos de delincuentes o sospechosos.
La diferencia ahora es que cualquiera de nosotros puede aparecer en esas listas. Evidentemente, esto plantea una serie interminable de dilemas morales aún no resueltos.
Desde el propio sitio web de Clearview AI destacan que han “ayudado a las fuerzas del orden a localizar a cientos de delincuentes, incluidos pedófilos, terroristas y traficantes sexuales”, pero eso no parece alcanzar para los países que miran de reojo su utilización.
Críticas y fallos a esta app de reconocimiento facial
Otros entendidos, que han estado analizando esta app de reconocimiento facial, aseguran que suele presentar errores con grupos sociales concretos, como por ejemplo los de personas que no coinciden con los patrones de fisonomía europeos.
Hoan Ton-That sostiene que el servicio no saldrá de los reducidos entornos en los que ya la usan, y que siempre se apoyan sus resultados en los expedientes que ya tienen las autoridades.
Empresas como Google, por su parte, han evitado hasta ahora ofrecerse como un agente de información, considerando los riesgos que ello conlleva en materia de privacidad.
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