Los valencianos buscan aferrarse a la regularidad con el fin de alcanzar su meta. Por otra parte, han confirmado que no se reforzarán pese a las últimas bajas producidas.
Los de la Ribera Alta lo tienen claro, la permanencia es el objetivo a alcanzar. Estos dos últimos meses han sufrido una serie de altibajos que no les han permitido asentarse con tranquilidad en la zona media de la tabla. Han conseguido sacar puntos contra equipos que pelean por otros objetivos mayores como el Dénia o la UE Gandia. Lo malo ha sido que cuando se han medido a rivales directos, no han salido del todo contentos, siendo Pego o Massanassa sus baches más destacados.
Los pupilos de Burguete siguen centrados en lograrlo cuanto antes. Pese a que en estos días no han disputado ningún partido amistoso, están entrenando a un gran ritmo con el fin de no descolgarse de esa pugna por los puestos que acrediten estar la próxima temporada en la Regional Preferente.
Por otra parte, ya saben cuándo van a disputar el partido correspondiente a la jornada 26, siendo el día 22 de marzo a las 17:00 horas en su feudo contra el Llosa, el horario marcado por los dos equipos a falta de resolver unos últimos flecos. El choque que todavía no está claro cuándo se resolverá es el de la jornada 25, pues desde el club han asegurado que siguen en negociaciones con el Jávea, aunque todo apunta a que podría jugarse el día 6 de abril.
En lo deportivo, Pol e Iñaki se desvincularon del equipo por motivos personales, por lo que ya no volverán a enfundarse la camiseta algemesinera. Precisamente, los dos futbolistas se han enrolado en las filas de l’Alcúldia de Primera Regional, equipo que actualmente marcha líder del Grupo V. Pese a ello, desde el club han confirmado que no sondean el mercado en busca de cubrir sus bajas ni ninguna demarcación distinta.
Para el enfrentamiento de la próxima semana, el míster no podrá contar ni con Grego, por problemas de salud, ni con Ibáñez (acumulación de tarjetas) ni con Esteban (sancionado). Serán tres bajas sensibles para el conjunto ribereño, que tendrá resolver dicho contratiempo.
Por delante les quedan diez partidos, todos ellos convertidos en finales. Undécima posición, seis puntos les separan de la quema y la calculadora todavía no marca el número exacto para tranquilizarse. Esforzarse y sumar es una tarea obligada.