«Vamos Riga Mustapha, vamos Riga Mustapha…». Así cantaba la afición del Levante UD en el Ciutat de València para animar a este peculiar delantero que no dejaba a nadie indiferente. Riga no era un 9 puro, sino un jugador al que le gustaba caer en banda y dar el último pase. Su posición ideal era la de mediapunta, aunque también solía jugar como único punta.
Llegó a València sin hacer mucho ruido, su apariencia física y su forma de vestir llamó la atención. Pero poco a poco, y a base de goles, se fue ganando el cariño de los aficionados granotas. Rahamat Riga Mustapha nació en Acra (Ghana) un 10 de octubre de 1981. Pero obtuvo la nacionalidad holandesa tras vivir en el país de los tulipanes, donde empezó a jugar al fútbol. Riga fue internacional en las categorías inferiores de Holanda, llegando a disputar el Mundial Sub-20 de 2001 en Argentina.
En los Países Bajos pasó por Vitesse, Roosendaal y Sparta de Rotterdam. A Riga le apodaban ‘la bala’ por su velocidad. En el año 2005 fichó por el Levante, donde permaneció tres temporadas, dos de ellas en Primera División. En Orriols marcó 28 goles, convirtiéndose en el extranjero más goleador de la historia del club en Primera con 17 tantos, aunque Bardhi ya le ha igualado. Además, anotó el gol decisivo en Lleida que le daba al conjunto azulgrana su segundo ascenso a Primera del siglo XXI.
Riga marcó el gol decisivo en Lleida que le daba al Levante su segundo ascenso a Primera del siglo XXI
Riga, reconocido fan de Bob Marley, era un tipo simpático, caía bien a la afición y se llevaba bien con la prensa. Su característico spanglish siempre será recordado, sus ruedas de prensa eran todo un espectáculo. Su adiós no estuvo exento de polémica, ya que tuvo la mala suerte de estar en aquel Levante que descendió a Segunda con impagos a sus jugadores. Hay que recordar que precisamente Riga salió en los medios de comunicación quejándose de que no cobraba y de que iban a cortarle la luz de su casa.
Tras abandonar el Levante se marchó a Inglaterra para jugar con el Bolton Wanderers, donde permaneció hasta 2011. «No me fui del Levante por dinero, me marché con dolor porque no había alternativa«, aseguró el exdelantero granota en una reciente entrevista al diario Las Provincias. En la misma, Riga recuerda por qué fichó por el Levante. «Voy a hacer el Levante un equipo muy grande. Tanto como el Valencia. Creo que mi agente pensó que estaba tonto, pero yo creo en Dios, medité tres días y tomé una decisión. Me pasaron cosas muy buenas«, recordó un Riga que asegura haber rechazado al Feyenoord para jugar en el Levante.
«No me fui del Levante por dinero, me marché con dolor porque no había alternativa»
Sin embargo, en la Premier no jugó al mismo nivel que en España. Riga quería volver a la liga y tuvo cerrado un acuerdo verbal con el Albacete Balompié el 31 de enero de 2011, pero el club manchego desestimó a última hora su contratación. Al final logró su regreso al fichar por el FC Cartagena en Segunda División, aunque solo disputó 12 partidos.
Tras su breve paso por tierras murcianas estuvo dos años sin equipo pese a estar a prueba en clubes como Queens Park Rangers o AZ Alkmaar. También se especuló con una posible vuelta al Levante, que nunca se produjo. En octubre de 2013, Riga emprende una nueva y exótica aventura, fichando por el Pune FC de la Superliga India. Tras jugar en el país asiático, en el año 2014, Riga decidió colgar las botas a los 32 años.
Tras jugar en la Superliga India Riga colgó las botas a los 32 años
El extravagante exfutbolista no ha dudado en seguir ligado al mundo del fútbol tras su retirada. Riga ha sido presidente en un club de su país, el BA United de la División One League, la segunda categoría de Ghana. Además, también hizo de entrenador en el mismo equipo.
Riga estuvo este verano en València, se pasó por las oficinas del club. Le gustaría volver de algún modo a un Levante donde pasó sus mejores años como futbolista. Además, aún tiene casa en la ciudad del Túria. Riga asegura conocer todas las ligas y se ofreció para hacer de scouting y mirar buenos jugadores para el Levante. ¿Le contratarías?