Los resfriados o constipados, una de las afecciones más frecuentes del mundo, irrumpen con fuerza con los cambios bruscos de temperatura. Especialmente este invierno donde algunas ciudades amanecen con una ola de frío intensa para al mediodía disfrutar de una jornada primaveral e incluso veraniega.
Aunque su diagnóstico no presenta muchas complicaciones y en unos días vuelves a la normalidad, la participación de más de 200 variedades de virus distintas en ellos provoca que recurramos a multiplicidad de remedios naturales para aliviar los síntomas más repetidos: irritación de garganta, tos y congestión nasal.
En el presente artículo te señalamos algunos de los remedios naturales más potentes para desterrar el resfriado de tu vida, al menos durante una temporada. Presta mucha atención y prueba el que sea más indicado según tus síntomas.
1. Infusión de limón y miel
Uno de los más antiguos y conocidos por excelencia al mismo tiempo que utilizados cuando sufrimos un resfriado. Y es que la combinación de las propiedades de la miel y del limón forman el mejor equipo para aliviar la irritación de garganta y el picor que produce la tos.
Esto se debe a que la miel es perfecta como antioxidante antiviral, antiinflamatorio y energizante. Por su parte el limón, como ya se sabe, es muy rico en vitamina C. Calienta un poco de agua, añádele el zumo de medio limón y unas cucharaditas de mil de abeja.
2. Vahos de eucalipto
Pocas sensaciones hay más incómodas que no poder respirar. En el resfriado se acusa sobre todo a la hora de dormir haciendo que muchas personas duerman con la boca abierta para no tener esa sensación de ahogo provocada por la congestión nasal.
Encontrarás tu mejor aliado en el eucalipto, una planta procedente de Australia que liberará tus vías respiratorias. El procedimiento es el siguiente: pica unas hojas y viértelas en un litro de agua, hiérvelo y deja que se difunda el vapor por el ambiente. Otra opción es poner el contenido en un inhalador especial.
3. Caldo de pollo
Pocas cosas más ricas que un buen caldo de pollo casero. Seguro que de pensarlo se te hace la boca agua. No sólo te alimentará de sobra, ya que cuando uno está resfriado no tiene mucha hambre, sino que además reduce la congestión y lubrica la garganta aliviando así la irritación.
4. Cebolla
¿Todavía no has probado los beneficios de cortar una cebolla por la mitad y ponerla en la mesita de noche? No, no es una leyenda urbana. ¡Es cierto! Y ahora que te vamos a decir por qué no volverás a mirar con cara de incrédul@ al amig@ que te aconsejó este método.
La cebolla tiene una reacción química con el aire que crea vapores bastante intensos que ejercen de analgésico natural calmando la irritación, hidratando las mucosas y permitiendo que los que sufren de tos respiren mucho mejor. Para potenciar sus efectos puedes añadir un poco de azúcar y agua para que sude más la cebolla.
5. Infusión de jengibre
Las propiedades que ostenta el jengibre son inmensas. Esta planta es muy beneficiosa para los problemas intestinales y posee un efecto antibacteriano. Su decocción ejerce de antibiótico y analgésico aliviando instantáneamente la irritación de garganta y tos.
6. Vitamina C
«Tienes que comer más frutas y verduras», la frase que te han repetido hasta la saciedad tus abuelos y padres y que podría erigir como himno nacional. Pero es que tienen razón, porque los alimentos ricos en vitamina C fortalecen el sistema inmunológico ayudando al cuerpo a combatir resfriados y gripes.
Algunas de las frutas con mayor contenido de vitamina C son la naranja o el kiwi, respecto a las hortalizas son especialmente ricas los pimientos, el brócoli, la coliflor o las espinacas.
