A falta de dos jornadas, la Liga Infantil Autonómica tiene ya un equipo al que coronar como campeón, y ese no es otro que el Villarreal. El (mini) submarino amarillo ha sido el digno merecedor de este honor tras competir a un alto nivel y mostrarse invencible en un gran tramo de la temporada. Repasamos con su entrenador, Xavi Cano, la campaña realizada por sus chavales.
La historia de este Villarreal es una de esas que incluye superación, saber reponerse de las derrotas y saber mantener una mentalidad y una actitud que son más propias de hombres adultos que de chavales que están alcanzando la pubertad. Y es que, convertirse en un equipo que de 28 partidos, gana 24, concediendo tan sólo dos empates (Alboraya y Roda) y dos derrotas (Levante y Valencia), no es para nada fácil. Y mucho menos es hacerlo habiendo anotado 107 goles (lo que supone anotar de media 3,8 goles por partido), mientras que ha recibido tan sólo 22.
Los inicios fueron algo dubitativos, a pesar de que las expectativas eran bastante buenas, así lo explica Xavi Cano, entrenador del equipo: “Estábamos convencidos de cara al comienzo de temporada, en septiembre estuvimos en un torneo a nivel nacional que nos dejó un buen sabor de boca”. Pero, tras cuatro jornadas, el equipo había empatado uno y perdido otro. Con el paso de las jornadas, iban a crecer un poco las dudas, ya que un nuevo empate y una nueva derrota iban ensombrecer un poco ese arranque de temporada.
“Perder contra el Levante fue un punto de inflexión para los chavales, les dije que era una simple derrota, que no importaba y que podíamos conseguirlo todo si así lo queríamos”, explica Xavi Cano. Lo cierto es que, desconocemos cuáles fueron sus palabras exactas, pero desde luego surgieron efecto. Ese Villarreal de la jornada 9 era quinto, con 17 puntos (a 6 del por entonces líder Kelme) y con 20 tantos a favor por 10 en contra.
Desde entonces, el conjunto castellonense sólo ha sumado victorias, ha protagonizado las mayores goleadas de la liga, pero también ha ganado partidos que se le ponían en contra, o que parecía imposible realizar un sólo tanto. “Muchas veces nos ha pasado, llegas tras un goleada y el equipo que tienes en frente juega con dos líneas de 5 delante del portero; por mucho que lo intentas no encuentras huecos”, comenta el míster, “es entonces cuando tienes que saber cómo motivar a los chavales, porque parte de nuestro trabajo es psicológico: ayudarles con su adolescencia, sus emociones, su desarrollo, etc.”.
Los enfrentamientos contra el Levante han sido claves:
El Villarreal supo estar al acecho del Levante y el enfrentamiento entre ambos de la segunda vuelta iba a ser la clave de este campeonato. “Tras el torneo en el que participamos en Semana Santa, con victorias ante Málaga o Benfica, nos sentíamos preparados para ese encuentro, que aunque se nos puso en contra, supimos remontarlo”, cuenta el entrenador del Villarreal. Lo cierto es que tras ese partido, el conjunto amarillo se distanció del azulgrana, que atravesó una mala racha después de esta derrota y se descolgó de la lucha por el título.
A estos niveles, sin ninguna duda, gran parte del mérito corresponde a ese cuerpo técnico que es capaz de convertir a unos chavales en un conjunto campeón: “A nosotros nos dan un grupo de niños con una mochila vacía, que se tiene que llenar de vivencias, experiencias, valores y así ver su evolución; pero sobre todo saber enseñarles la necesidad de hacer piña, de formar un grupo”, dice al respecto Xavi Cano.
Y desde luego, ha sabido conformar un gran grupo en torno a los siguientes jugadores: los porteros Pablo García y Juan Pedro Saura; los defensas Reinaldo Ionut, Borja Martí, Ignacio García, Ramón Martínez, Jordi Lara, Raúl Vilaró y Juan Antonio Blaya; los medicentros Adrián Pérez, Germán Valera, Senne Ceulemans, Aitor Gelardo, Antonio Pacheco, Álvaro Martínez y Juan Barragán; y los delanteros Marcos Blaya, Ángel Troncho, Adrián Tazebe Gil y Álvaro Cruz.