Los dos futbolistas han decidido abandonar las filas del conjunto javiense y pasarán a vestir la camiseta de los de La Marina Baixa, un equipo que está inmerso en plena lucha por lograr un puesto que acredite disputar la promoción de ascenso. Por otra parte, se ha confirmado una baja en el Benidorm.
Esta tarde el CD Jávea lanzaba un comunicado en su web donde aclaraba que dos de sus principales baluartes habían decidido rescindir su contrato, para recalar en el Benidorm del Grupo IV de Regional Preferente. Pese a ello, desde el club de La Maria Alta, han aclarado que seguirán peleando por lograr colarse entre los tres primeros puestos y es que el ‘play-off’ sigue siendo una realidad mientras los números no digan lo contrario, tal y como ha recalcado el club.
Manuel Esteban Roch (09/12/1983, Valencia, aunque reside en la Pobla de Vallbona) será la primera vez que pise el tendido verde del Guillermo Amor, mientras que Jaime López Lloret ‘Puncho’ (17/05/1982, Villajoyosa) ya es un viejo conocido para la afición benidormense, y es que la anterior campaña ya fue parte activa de una plantilla en la que disputó más de treinta partidos y logró marcar siete goles.
Por lo tanto, Antonio Villaescusa podría contar con dos nuevos jugadores con el fin de que aporten su granito de arena para alcanzar la meta marcada desde principio de temporada. Eso sí, no tienen tiempo para relajarse, pues actualmente son los cuartos clasificados con 58 puntos, a tan solo uno del tercer clasificado.
Por delante, tendrán cinco paradas y la primera será el domingo a las 17:30 horas en su feudo frente al Rayo Ibense, líder del grupo, por lo que tendrán una complicada papeleta para sacar un resultado positivo con el fin de no descolgarse de la pugna por la zona alta de la tabla. Para el choque, el míster no podrá contar ni con Petu, por sanción, ni con Amat y Marcos, ambos con lesiones de larga duración.
Quien no estará para lo que resta de temporada será Nico. El guardameta ha decidido rescindir su contrato con el Benidorm por motivos personales y no volverá a enfundarse la elástica de los alicantinos, que con su salida, dan la plantilla por cerrada, después de subir a Pablo, el cancerbero del filial.
El presidente del club, Adolfo Murillo, tiene claras sus intenciones: “Esté quien esté, vamos a pelear hasta el final. Mi sueño es subir a Tercera División y una vez en la categoría, no hacer grandes retoques. Espero que se convierta en realidad”, sentenciaba.
