Los alicantinos pasan por un momento delicado, pese a ello son optimistas y afrontan este último tramo con la esperanza de que se den todas las condiciones para sellar su objetivo, algo que a día de hoy, se antoja muy complicado.
Más de tres meses han pasado desde que los pupilos de Camp d'Alacant consiguieran su última victoria liguera, partido en el que se enfrentaron al Albatera. Su mala suerte de cara a gol, pues son el segundo equipo que menos tantos suma a su favor en el Grupo IV de Regional Preferente, les ha hecho entrar en una dinámica negativa de la que parece no haber escapatoria y actualmente, se encuentran en la penúltima posición con 26 puntos (5V-11E-15D), a siete de la plaza de ‘play-out’ y a ocho de la salvación.
Por delante tendrán tres finales, en las que saben que solo les servirá el ganar y el cruzar los dedos para que sus rivales pierdan la oportunidad de zanjar su meta. La primera de ellas será este sábado a las 17:00 horas en su feudo frente al Santa Pola, el actual colista de la tabla clasificatoria y equipo ya descendido, por lo que será una gran ocasión para no descolgarse definitivamente de la pugna por lograr la permanencia.
De reojo, el domingo, verán los choques del Pinoso, decimosexto clasificado con 31 unidades y con el que tienen el golaveraje empatado, y del Tháder, decimoquinto con 33 y con el que tienen el golaveraje perdido. Ambos conjuntos, son a día de hoy sus rivales a batir y una victoria de los dos, supondría un duro varapalo para los de El Vincle. Sus adversarios serán Hércules ‘B’ y Callosa Deportiva. Para el choque, Pascual Núñez no podrá contar con el guardameta Miguel por sanción y todavía son duda Koke y Luisvi, por sus diversas molestias. “Afrontamos este sprint final pensando en ganar los tres duelos que quedan y esperar a que los demás fallen. Es difícil pero no imposible y mientras sigan existiendo posibilidades, nosotros ahí estaremos”, sentenciaban desde el club.