El Orihuela estrenaba entrenador y lo hacía nada más y nada menos que ante el líder del grupo, el Castellón. El conjunto local ocupa posiciones de descenso y debía reaccionar cuanto antes, se puso por delante en el marcador hasta en dos ocasiones pero la expulsión de Maxi penalizó demasiado a los locales e hizo que los visitantes dieran el paso hacia adelante para conseguir el empate en los minutos finales del encuentro.
El partido comenzó con ambos equipos respetándose demasiado. Nadie lograba tener la posesión de balón, al contrario que en la etapa con Villafaina a los mandos del Orihuela, los locales estaban practicando un fútbol algo más directo, no se entretenían moviendo el balón de un lado a otro, eran más prácticos. En el minuto 15 Chechu Flores sacó un pase mágico de su chistera, dejó solo a Cases y el ´10´ con mucha calma hizo el 1-0 en el marcador. A raíz del gol el Castellón creció en el partido, tomó las riendas del encuentro e iba decidido a buscar el empate, apenas 10 minutos después Muguruza centró desde la banda derecha y César Díaz en el segundo palo marcó a placer el tanto del empate. El Castellón seguía dominando a un Orihuela que ejercía una buena presión y que no facilitaba las cosas a los visitantes pero que no era capaz de generar ocasiones de gol.
En la segunda mitad el guión cambió, el Orihuela movía con más velocidad el balón y ante la necesidad de salir del descenso, apretaron el acelerador en busca de volver a adelantarse en el marcador. Gilabert logró el 2-1 en una extraña jugada en la que el portero Campos no estuvo muy acertado. Poco después el Orihuela se quedaría con diez jugadores tras la expulsión de Maxi, el central llegó tarde a un cruce y golpeó fuertemente al atacante visitante. Ante esta situación Pato decidió apostar por Pedro Inglés para reforzar la defensa. El Orihuela se mantuvo bien, pero en el minuto 88 Castells golpeó extraordinariamente al balón e hizo el empate.