La historia de Cristian Castells y José Antonio Almazán ‘Coke’ es la de dos amigos, vecinos del mismo pueblo, a los que el fútbol les ha sonreído desde pequeños. Los dos, naturales de Sueca, han tenido la oportunidad hacer de su gran pasión, su forma de vida. Convertirse en jugador profesional es algo muy difícil solo al alcance de unos pocos privilegiados en este deporte. Sin embargo, estos amigos de Sueca cuentan con una experiencia y una trayectoria llena de anécdotas y aprendizajes que vale la pena escuchar.
Casi incluso antes de empezar a andar ya llevaban un balón en los pies. Sus caminos, que han seguido distintas rutas pero con similitudes, empezaron a unirse desde muy pronto. Su relación podría definirse casi como de hermanos. «Coke y yo hemos sido incluso casi más que amigos. Empezamos a ir a la guardería juntos y no nos separamos durante muchísimos años: fuimos a la escuela juntos, jugamos en el Sueca juntos y luego él firmó una temporada después que yo en el Valencia CF», explica Cristian.
Una oportunidad de oro: fichaje por el Valencia CF
Ambos compartieron desde la infancia la pasión por el deporte que ha marcado sus vidas. Juegos de balón en la calle, en la escuela… hasta que deciden apuntarse a la escuela de fútbol de su localidad, Sueca. Una época muy bonita en la que su única preocupación era la de jugar al fútbol y pasarlo bien. Allí, con 13 años, realizaron una gran temporada y quedaron campeones de liga, hecho que marcó de alguna forma el devenir de sus carreras.
Fue Cristian el primero a quien le llegó una de las oportunidades con las que todos los niños sueñan: la de vestir la camiseta del Valencia CF. A través de uno de los míticos futbolistas arroceros de todos los tiempos, Paco Sendra, se abrieron las puertas del club de Mestalla para un central de 13 años que venía del Sueca. «Entrar en el Valencia CF fue un sueño hecho realidad, nunca pensé que pudieran fijarse en mí», asegura Castells.
Un año después, el camino de los dos amigos volvería a entrelazarse. Tras realizar unas pruebas durante la pretemporada con los cadetes del conjunto ché, por fin llegó la noticia que Coke esperaba: «te quedas». «Me emocioné mucho sin ser consciente de lo que significaba y de la importancia que iba a tener en mi carrera. A día de hoy soy más consciente», comenta Coke.
Cristian y coke ficharon por el valencia cf en cadetes, llegaron a entrenar con el primer equipo y, en el caso del centrocampista, a disputar un partido
Ambos fueron creciendo como futbolistas dentro de la cantera valencianista, pasando por el cadete, el juvenil e incluso el Valencia Mestalla. Juntos vivieron viajes, entrenamientos, concentraciones y una época llena de recuerdos al lado de unos de los mejores amigos de la infancia. «Gracias al Valencia CF soy quien soy hoy en día. Entré como un niño con 13 años y salí con 22 como un adulto con saber estar, respetuoso y siendo humilde porque en cualquier momento podías estar arriba y al minuto ya no. Haber podido llegar al filial e incluso a entrenar con el primer equipo con jugadores que luego han sido campeones del mundo es algo con lo que me quedo», cuenta el central.
En la entidad blanquinegra, Coke también vivió uno de sus mejores momentos. «Entrar con el primer equipo, con una exigencia máxima y ver que un entrenador como Rafa Benítez me dedicaba tanto tiempo para explicarme como debía moverme en el campo fue increíble», cuenta el centrocampista. Después de un torneo disputado en Zaragoza, en el que fue elegido como mejor jugador por delante de jugadores de la talla de Andrés Iniesta, al suecano le llegó una de las noticias más importantes de su vida: la convocatoria con la Selección.
Crecimiento profesional en diferentes clubes
Al finalizar su etapa en el Valencia CF, las carreras deportivas de cada continuaron por diferentes sendas en clubes de Tercera División, Segunda B e incluso Segunda División. Coke pasó por equipos como el Real Murcia, el Atlético Osasuna, el Benidorm o el Villajoyosa, entre otros. Cristian, por su parte, hizo lo propio en algunos clubes de la categoría de plata como el Poli Ejido o el Alicante. Con más experiencia que en su etapa anterior como compañeros de equipo en el Valencia CF, en 2011 volvieron a coincidir en la UD Melilla, aunque por poco tiempo.
Los dos han desarrollado su trayectoria deportiva en Tercera División, Segunda B y Segunda División en el caso del central
A lo largo de más de una década de trayectoria deportiva, ambos destacan lo positiva que ha sido su carrera y la gente a la que han conocido. Cristian ha llegado incluso a competir en ligas de Irlanda, Grecia, Rumanía o Italia, hecho que le ha ayudado a entender cómo se vive el fútbol en otros países.
De vuelta a las raíces
Ahora, con 35 años, disfrutan jugando al fútbol cerca de casa en el Grupo III de Regional Preferente. Cristian -quien colgó las botas para ser entrenador y volvió después a los terrenos de juego, es central en la invicta y líder UD Carcaixent, mientras que Coke es centrocampista en su Sueca natal, recién ascendido a la categoría. El pasado fin de semana los dos volvieron a reencontrase en los terrenos de juego, esta vez como rivales durante 90 minutos. Un partido muy especial para ambos que a Cristian les hubiese gustado no disputar si hubiese podido elegir. «Es el equipo de mi pueblo, donde tengo las raíces. Les deseo lo mejor y espero que se salven», afirma.
La victoria de la UD Carcaixent rompió la racha positiva de la SD Sueca, sin embargo, Coke confía en las buenas sensaciones del equipo en las últimas semanas y cree que el equipo estará pronto más arriba.
El fútbol: su vida
Su historia está llena de coincidencias hasta el final. Si hay una cosa que ambos tienen muy claro es que, de una forma u otra, seguirán ligados al mundo del fútbol. «No veo mi vida sin fútbol, es una adicción para mí», dice Coke. Esta idea la comparte también Cristian, quien tiene claro que le gustaría ser entrenador. «Siento y pienso que siempre estaré ligado al mundo del fútbol. Es mi vida, es mi pasión. Me gustaría entrenar».
Sin embargo, la palabra «retirada» suena todavía lejos para estos dos profesionales del fútbol. Cristian está centrado en disfrutar de la magnífica temporada de la UD Carcaixent mientras que Coke asegura tener cuerda para rato. «Me encuentro bien físicamente. Yo me pongo meta hasta los 40 años, pero nunca se sabe, igual es más», comenta el centrocampista.