El pasado verano el Carlet EMF inició un nuevo proyecto en su escuela. Esta nueva etapa está centrada en la formación integral de los jugadores «educando en valores a través del fútbol, fomentando esos valores que les ayuden a los niños a lo largo de su vida en el día a día», ese es el gran objetivo de esta escuela.
Juanjo Rodríguez: «Es un nuevo vuelo a la Escuela del Carlet con un toque educativo, sin ignorar la competición pero focalizando el trabajo en la formación de los niños con valores»
En este sentido desde el Carlet EMF se llegó a un acuerdo con la empresa Smartfootball que trabaja con otras escuelas como L´Ollería CF y que apuesta por una metodología creada por Juanlu Martínez, quién ha trabajado para clubes como el Valencia CF, RCD Espanyol, Dinamo de Moscú y Real Madrid CF. Además, la Escuela está contando con Amparo Paris, una coaching que ayuda a los niños a controlar y aprender de sus emociones en el deporte para que les sirva para crecer y desarrollarse en los valores personales.
Juanjo Rodríguez, Director Deportivo, nos ha explicado sobre esta nueva etapa en la escuela iniciada el pasado verano: «Hemos entrado gente joven, con ganas de darle un impulso, un nuevo vuelo a la Escuela del club con un toque educativo, sin ignorar la competición pero focalizando el trabajo en la formación de los niños con valores que les hagan crecer como personas».
Sobre la nueva metodología impulsada nos explica: «Se basa en potenciar los estímulos neuronales de los jugadores, en los entrenamientos los técnicos no le dan al niño toda la información para realizar sus actividades, les dan como pistas o una guía para que ellos mismos encuentren la solución a los problemas que se le presentan en la acción del juego». Y añade: «Queremos que los niños reflexionen y piensen en lo que están trabajando y en cómo pueden hacer mejor esa actividad del entrenamiento».
«Competir y ser felices es totalmente compatible, en eso creemos y en eso trabajamos»
Además el Director Deportivo resalta la importancia de «utilizar el error como parte fundamental del aprendizaje, muchas veces se machaca cuando se comete un error, se le recrimina por ello al jugador y es al revés, esta metodología considera que ese error es una herramienta para aprender, sirve de reflexión para la búsqueda de una solución, genera jugadores más creativos». Y para desarrollar esta metodología con éxito es «imprescindible hacerlo con ausencia de violencia, sin gritos, comenta». El trabajo de la Escuela se basa en la siguiente idea: «Competir y ser felices es totalmente compatible, en eso creemos y en eso trabajamos».
Además otro de los aspectos que resalta de las iniciativas que han puesto en marcha son las sesiones de la «coaching» con los jugadores, y los padres y madres de ellos, para que aprendan a gestionar las emociones que se generan en los campos de fútbol. A través de estas charlas se trabajan emociones como la autoestima y la empatía. Y el Carlet EMF está trabajando para contar con «el Árbitro de la Paz» para realizar actividades en este sentido con su ayuda. Este colegiado malagueño se ha hecho muy famoso los últimos años por su cruzada para lograr un fútbol sin violencia ni juego sucio, destacando las actitudes más deportivas en el fútbol.
Unos 250 niños, entre ellos algunas niñas también, están inscritos/as en la escuela del Carlet EMF. Aprender, disfrutar y competir es la idea que defienden en el terreno de juego.
