El Valencia CF va a llegar a las dos últimas semanas de mercado con muchos deberes por hacer y apurando hasta el último día como se ha convertido ya casi en una tradición en el club de Mestalla, en los últimos años. Según afirmó el director deportivo, Miguel Corona, en junio, este problema lo han tenido siempre porque nunca conseguían encontrar el equilibrio en el FPF hasta final de mercado, pero este curso, eso no ha sido así, el problema ha venido por la restricción económica que ha marcado Lim, que ha exigido una rebaja importante del coste de plantilla.
Este miércoles el club de Mestalla oficializó el traspaso de Racic al Sassuolo italiano, sin confirmar cifras como sí hizo en el comunicado de Yunus Musah y habiendo facilitado diferentes cifras de manera extra oficial. El traspaso que se ha cifrado en 2.2 millones desde Italia, aseguran desde el club que ronda más el 1.5 que la cantidad citada en Italia.
En todo caso, y validando la salida de Racic en esos 1.5 el Valencia CF ya estaría en disposición de considerar empatado técnicamente el FPF y ahora sí, entrar dentro del grupo real de equipos que están en la regla 1 a 1 a todos los efectos. Es decir, a partir de ahora el Valencia CF podría reinscribir toda cantidad que libere por salario de un jugador y toda la cifra neta que obtenga por un traspaso en caso. Por poner un ejemplo, si el Valencia CF consigue vender a Eray Cömert, descartado por Baraja, por 1,5 millones de euros podría reinscribir el salario del jugador, algo menos de 2 millones brutos, más un millón que le quedaría neto de la venta del jugador porque todavía querían unos 500.000 euros de amortización.
Este detalle parece menor, pero puede suponer importante para el club de cara al final del mercado siempre que Lim de luz verde a completar la plantilla y a usar un porcentaje de lo que se ahorre, como así esperan desde Valencia. De hecho, la salida de Racic, que liberará una ficha de casi 2,5 millones de euros brutos, permitirá cerrar el fichaje de Sergi Canós, porque el valenciano cobrará menos de 2 millones brutos por temporada.
El extremo valenciano Sergi Canós, jugará en el Valencia CF las próximas cuatro temporadas según el acuerdo que el club de Mestalla tenía con el jugador hace meses y que en las últimas horas se está terminando de cerrar con la otra parte que faltaba su club, el Brentford inglés. Canós jugará en Mestalla porque siempre ha tenido clara su prioridad y estabilidad dispuesto a esperar hasta el final por el Valencia CF, pese a que ha tenido otras opciones de la Liga como Getafe o Alaves, pero el extremo ha priorizado el volver a su casa y jugar en el Valencia CF, del que es aficionado.
TRAS LLEGADA DE CANÓS LA PRIORIDAD ES RAFA MIR PERO CON SALIDAS
Sin embargo, la llegada de Canós no debería ser la última como el mismo entrenador, Rubén Baraja ha solicitado públicamente y así lo entiende también todo el mundo dentro del club, a excepción de Lim, que de momento ha priorizado el recorte salarial. El club tiene clara la próxima prioridad y esa es la de Rafa Mir. El murciano, y ex valencianista, es el elegido por el club para que sea la próxima operación que se ataque.
Mir quiere salir del Sevilla, donde está por detrás de En-Nesyri y sabe que en Valencia va a tener un papel importante como así le ha trasladado el propio Baraja, con el que mantiene comunicación casi a diario. El Valencia CF quiere conseguir la cesión con opción de compra del delantero, pero el Sevilla quería una compra obligada o una cesión pagada por la cantidad que debe amortizar este año del jugador, unos 2 millones de euros. El Valencia CF ha aguantado en el mercado porque Lim no autorizaba el pago, pero que conforme se acerca el final del periodo de transferencias, ambas posiciones se han acercado y la operación ya no está tan lejos como hace semanas.
El jugador quiere venir sí o sí y el Sevilla lo sabe porque así se lo ha trasladado el propio futbolista. Tiene claro que quiere volver a Mestalla y por eso ha rechazado ofertas este verano. Ahora bien, para que llegue Mir primero habrá que conseguir que salga alguno de los tres descartes, principalmente el que tiene el salario más alto que es Samu Castillejo. El club, negocia como publicó Golsmedia el domingo, la rescisión del contrato que le queda al malagueño y pese a estar lejos de pretensiones, es posible que el acelerón llegue en los próximos días para poder tener lo antes posible a Mir compitiendo.
El club va a intentar hasta el final de mercado dar salida a los descartes de Baraja. Castillejo, Marcos André y Cömert no tienen sitio y no van a jugar nada de nada si decidieran quedarse. Eso es algo que los jugadores conocen y por eso, el club quiere ahorrar sus salarios sí o sí, para poder fichar. La confianza, pese a que alguno ha pensado en quedarse es que el 2 de septiembre todos estén fuera de la plantilla.
Esas salidas permitirán la llegada de algún efectivo más que el club tiene claro debe ser de ataque. Se busca otro delantero además de Rafa Mir, y otro banda. La idea es conseguir esos dos fichajes más, que se sumen a Pepelu, Canós y Mir (dando por sentado que llega). Ahora bien, el club no dispone de seguridad en poder realizar ningún fichaje de pago y por eso está rastreando el mercado en busca de cesiones. En las últimas semanas se han valorado escenarios con Mayoral y Braithwaite, ya que son dos delanteros con movilidad que incluso podrían jugar en banda. La preferencia era Lucas Boyé, pero el Elche pide entre 5-7 millones más algún jugador y Lim no ha autorizado ese pago.
Las preferencias está claras, pero deberán seguir saliendo futbolistas para que lleguen los fichajes, que también están claros y no serán los 5-6 que dijo Baraja a principios de agosto, pero quizá puedan ser 3 o 4.
