Quién se lo iba a decir al Ourense CF. El conjunto gallego la pasada campaña vivió uno de los mayores infiernos que existen: jugar el playout. Solo le quedaba una carta para permanecer en Segunda Federación, la usó bien, se salvó y ahora están viviendo una segunda vida, donde han conseguido escapar del infierno y miran directamente al cielo.
han terminado la primera vuelta como campeones de invierno
El equipo de Rubén Domínguez ha sorprendido a propios y extraños con su fútbol y su pragmatismo. Cuando ha tocado ser resultadistas lo han sido y cuando ha sido necesario practicar un juego más vistoso también han sido capaces de hacerlo, y el cumplimiento de estas dos facetas es lo que les hace realmente peligrosos, tanto que han terminado la primera vuelta como campeones de invierno.
En un Grupo I donde hay mucho transatlántico, el buque gallego avanza a velocidad de crucero. Hasta la fecha han podido sobrevivir al plantillón que ha formado el Pontevedra CF y a esa racha inicial del Zamora CF, que parecía un equipo absolutamente invencible. Sin embargo, en una liga siempre se premia la regularidad, y en ese aspecto el Ourense ha sido el mejor equipo.
Como locales, nadie ha sacado más puntos que ellos. O Couto ha podido disfrutar de siete victorias, un empate y tan solo una derrota. Este empate fue precisamente ante el Pontevedra CF y le sirvió para mantener a raya al equipo de Yago Iglesias. Como visitantes, son el segundo mejor equipo del grupo con un balance de tres victorias, cuatro empates y una derrota.
El éxito de los de Rubén Domínguez se ha basado principalmente en una defensa poderosa, sin fisuras, que saca de quicio al rival. Tan solo han encajado nueve goles en las primeras diecisiete jornadas, y esto habla muy bien del sistema defensivo del equipo. Tras un año donde casi bajan a Tercera RFEF, ahora mismo están muy ilusionados con la posibilidad de subir a la categoría de bronce.