Define la RAE el concepto felicidad como estado de grata satisfacción espiritual y física. La definición no desentonaría si al lado le ponemos el escudo del Córdoba. O una imagen de ayer en Castalia, bien sea de los jugadores sobre el césped o de la marea blanquiverde desplazada a Castalia. Los blanquiverdes consiguieron lo que nadie había hecho hasta la fecha: vencer esta temporada en tierras castellonenses.
El conjunto cordobesista, que llevaba varias semanas dejando buenas sensaciones, presentó ayer la candidatura final al ascenso directo. Más aún por las formas en las que se llevó los tres puntos. A pesar de empezar ganando, el Castellón le dio la vuelta al choque a falta de siete minutos. Antonio Casas adelantó a su equipo muy pronto, pero los locales pusieron el 2-1 en el marcador gracias a un autogol de Diarra.
EL CÓRDOBA DIO LA SORPRESA EN CASTALIA Y SE QUEDA A TAN SOLO TRES PUNTOS DEL LIDERATO
Pero hasta ahí la suerte, tan necesaria en el fútbol, tomó la mano del conjunto blanquiverde. Diarra, en el 91’, y Simo, en el 95’, dieron la vuelta al partido para que los tres puntos viajasen a tierras califales. La locura, obviamente, se desató entre los 300 aficionados desplazados a Castalia, que vivieron un día espectacular con un éxtasis final en forma de celebración.
El conjunto dirigido por Iván Ania se queda a tres, con el golaveraje de su parte, del líder. Lo que hace no mucho parecía imposible -llegó a estar a 12 puntos del líder hace mes y medio-, ahora es una posibilidad muy real. El Córdoba quiere volver al fútbol profesional por la puerta grande y, al menos, la próxima semana queda activado el estado de felicidad.
