Un clima benévolo, con buenas temperaturas; una gastronomía incomparable; unos cuantos kilómetros de playas y un coste de vida muy atractivo son algunos de los factores que atraen a los británicos hacia algunas ciudades o pequeños municipios de Andalucía y las Islas Baleares. Más de 300.000 británicos residen en España, según desvela el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su último publicado a comienzos de 2024.
Esta colonia de británicos en España, y como sucede con otras nacionalidades, responde a ese objetivo de descansar (después de toda una vida trabajando) e incluso de trabajar a distancia de una forma más cómoda y agradable. En consecuencia, muchos negocios se desarrollan con el propósito de darles una cobertura. Desde aspectos básicos como un hogar o alimentos típicamente británicos hasta plataforma de ocio, como son los sitios web de gambling completamente en inglés, donde realizar sus pronósticos deportivos como si estuviesen en las mismas islas británicas.
Británicos: Libres de jugar en España
Aparte de las innovaciones tecnológicas, el sector de los juegos y apuestas deportivas siempre ha crecido al son de los británicos, que siempre han mostrado su interés, y pasión, en disfrutar de grandes acontecimientos deportivos mientras tomaban una pinta y realizan sus apuestas deportivas. ¡Por qué iban a cambiar sus costumbres al llegar a España! La Premier League es su deporte de cabecera, pero también las carreras de caballos o las competiciones de motor.
España, como sucede con la mayoría de los países del mundo, es un punto de actividad álgida en el sector de los pronósticos deportivos. Más de una treintena de operadores ofrecen sus servicios a españoles nativos y extranjeros; y éstos también suman las opciones de acceder a plataformas en su lengua nativa. En España, el juego es legal desde 1977, con el comienzo de la democracia y después de haber estado prohibido durante el franquismo. Antes de la dictadura, el juego de azar era habitual.
Fútbol: Hay vida más allá de este deporte
Aparte de esa riqueza, cultura, gastronómica y de buenas temperaturas de España, los británicos siguen disfrutando de su pasión por acceder a sitios de gambling. En este sentido, el fútbol sigue siendo su mayor foco de atención.
Se trata de uno de los deportes más populares del Reino Unido y cuya competición, la mencionada Premier League, traspasa fronteras con el consiguiente ingreso de beneficios. Los mejores jugadores acuden a las Islas en búsqueda de suculentos contratos. Otro tema es conquistar grandes trofeos. Asimismo, aparte de la competición doméstica, los ingleses sienten devoción por la competición de la FA CUP.
En la vida de los británicos, sin embargo, también hay sitio para otras disciplinas deportivas. Ese protagonismo del balompié, a veces, decae en favor de las carreras de caballos. O ‘The Sport of Kings’, como también se conocen a las carreras. Este apelativo es consecuencia de los gustos por este deporte de la recientemente fallecida Reina Isabel II. Más allá de la realeza, los británicos asisten y apuestan durante eventos tan populares como el Royal Ascot o el Grand National.
Criquet: Un deporte de siglos de historia
En España, los británicos se conforman con acudir a alguno de nuestros hipódromos o seguir estos eventos mencionados a través de las televisiones. Y con una buena pinta, por supuesto. Menos tradición, o prácticamente desconocida, hay en España sobre el criquet. Todo lo contrario, a lo que sucede entre los británicos. Un deporte de siglos, importado de sus aventuras coloniales y que ha subsistido durante décadas. Un juego bastante divertido que se juega con 11 jugadores y se golpea una pelota mediante un bate. Una mezcla de ambos deportes puede considerarse el polo. También es del gusto de los británicos.
Los hombres de las Islas Británicas se caracterizan por ser hombres fuertes y rudos, pero nobles cuando disputan algún encuentro de rugby; otro de los deportes que desatan pasiones, especialmente durante el Torneo de las Seis Naciones. Se trata de una competición que mueve millones de pronósticos al estar en liza países como Irlanda, Gales, Escocia e Inglaterra, junto con Francia e Italia.
Por último, el tenis es otro de los deportes que acapara el interés de los británicos que residen en España. Más por su torneo de hierba, Wimbledon, que por los jugadores ingleses que se encuentran entre las mejores raquetas del mundo. Sin Murray, hay cierta orfandad en este sentido.
¿Y deben tributarse los premios?
Esta respuesta es bastante interesante para los británicos porque la contestación sería afirmativa. Tanto para aquellos que tributan en España (algunos están empadronados o adquieren la doble nacionalidad) como incluso para aquellos que obtienen ganancias en páginas del extranjero; aunque en este caso, quedaría abierta la respuesta a lo que su lugar de tributación. En cualquier caso, las casas de apuestas y las entidades financieras informan puntualmente a la Agencia Tributaria.
Por último, indicar que en España se debe tributar por ganancias superiores a los 2.500 euros y con un tipo del 20%; circunstancia que hace que muchos jugadores profesionales, según se aprecia en el informe de la estadística del deporte, busquen hacerlo en otros países con tributaciones más benévolas. Quizá también lo intenten los británicos residentes en España.
