Esta temporada no ha sido ni mucho menos fácil para la gran mayoría de los conjuntos de Tercera División. Y menos aún para aquellos que suelen estar rozando la salvación pero que por experiencia o por poso acaban salvando el pellejo antes de que finalice la campaña. Porque, con el nuevo sistema de competición, más corta que años anteriores, la Federación decidió que tenían que descender hasta ocho conjuntos en la presente campaña.
Uno de esos clubes que se pueden sentir descritos e identificados con lo anteriormente descrito es el CD Robres. El conjunto oscense, ahora filial del CD Ebro, equipo que jugará la temporada que viene en Segunda RFEF, ha conseguid la salvación en los últimos años de buena manera. Pero en San Blas, poco se puede pedir más allá de la permanencia en una categoría siempre complicada como la Tercera. Por eso, una vez consiguieran la permanencia, iba a ser una fiesta.
Y se consiguió
El CD Robres acabó consiguiéndolo. Y con una jornada de margen sobre el final de temporada. Los robresinos necesitaban puntuar para permanecer una temporada más en Tercera División. Para fraguarlo definitivamente, no de manera virtual sino de manera matemática, necesitaban los tres puntos. Y los consiguieron desde el minuto uno, con un jugador número doce que presionaba como uno más. Parte de éxito es de la hinchada.
🙌🏻🙌🏻🙌🏻 Esto es San Blas 🙌🏻🙌🏻🙌🏻 pic.twitter.com/IAuXXHt0qB
— C.D.Robres (@robrescd) June 6, 2021
Gracias al apoyo de los más fieles, de los que conocen el sentimiento de un pueblo como Robres, el conjunto amarillo estará un año más en Tercera. Gracias a la victoria por tres tantos a cero, que se fraguó ya en la primera mitad, los monegrinos permanecen en la pasión de la Tercera. Y qué manera de hacerlo, pero sobre todo qué alegría la manera de ver a los jugadores sonriendo y cantando, llenos de alegría, junto a una afición que se ha dejado la garganta en San Blas.